martes, 17 de diciembre de 2013


Conclusión del “Plebiscito”: ¡MÁS SOCIALISMO!

Viendo los resultados de las elecciones municipales, la militancia chavista y todos los sectores revolucionarios, nos merecemos algunas reflexiones, algunas conversas, algunas acciones. Este año difícil de siembra del Comandante Eterno en el corazón del pueblo, de una forzada reelección presidencial con una campaña de dos semanas, un sabotaje económico sistemático orquestado por las organizaciones de la burguesía asociada, ha sido un año imprevisto. Nadie pensaría hace tres meses que estos resultados electorales serían tan favorables como los que tuvimos. Pero así fueron.

Al bueno para nada, fabricado líder de los medios, le fue mal por bocón, por prepotente. La burguesía y el imperialismo han cometido constantemente el mismo error en los últimos catorce años, han subestimado siempre al pueblo trabajador y sus organizaciones, haciéndolo ver como un pueblo confundido, caudillista, mesianista, resentido, irracional, sin capacidad de reacción, flojo y manipulable.

A pesar de algunas desilusiones que tuvimos, algunos deseos a buenos luchadores que se postergaron y no se concretarán “por ahora”. Es importante, compañer@s y camaradas, no perdernos en la parte y más bien, aproximarnos a la totalidad, evaluando estos resultados en su conjunto. Solo así nos damos cuenta de que a pesar de derrotas parciales en algunas ciudades y después de esta feroz guerra económica:

- Ganamos 255 y perdimos 82.

- 255 es muchísimo mayor a 82.

- Nacionalmente, ganamos con una diferencia de 1.203.500 votos.

- Aumentamos la diferencia en un millón de votos respecto al 14 de Abril de este año.

- Ganamos 30 de los 40 municipios más poblados.

- El margen de diferencia que subió de 1.5% el 14-A a más de 11% el 8-D.

- Ganamos el 70% de las alcaldías en el estado Miranda y numéricamente hablando, también fuimos mayoría en el estado base del actual vocero impuesto a la oposición.

Políticamente, es una victoria para la esperanza revolucionaria mundial, y en consecuencia, un revés inesperado para el imperialismo que cocinó a fuego lento la derrota continental y soñó que Venezuela estaba en su punto. ¿Cómo paso esto?

Nuestras humildes conclusiones:

El nivel de conciencia del pueblo venezolano que hizo tremendas colas, enfrentó guerra psicológica y chantaje brutal, ha crecido enormemente. Fuimos el pueblo del Caracazo ahora con una condición política mayor, pues, los saqueadores de siempre, nos presionaron para provocar un estallido social y así justificar una guerra civil. En cambio, lo que le dimos fue resistencia, movilización y una pela electoral a través de los cauces democráticos que hemos venido construyendo.

El aparato electoral se ha venido afinando y la dirigencia entendiendo que debe haber cada vez más coherencia orgánica y seguimiento a la movilización del partido. Además, también se entendió que la arrogancia no paga y que la unidad democrática de l@s revolucionari@s pasa por la construcción de acuerdos y el reconocimiento de espacios y de la diversidad revolucionaria.

La respuesta a la guerra económica con una gran contraofensiva, inclinó violentamente la balanza de la opinión de las masas a favor de la revolución. Una vez derrotada la tesis de la conciliación de clases como una táctica para ganar tiempo, pasamos a una ofensiva que Nicolás Maduro encabezó y que le mostró al pueblo las razones para la lucha de clases. Le explicó y demostró ante las cámaras y todo el país, como la burguesía cínica roba descaradamente y se ampara en la falta de dólares para seguir robando al país y desangrando nuestras finanzas. Mejor aún, en esta batalla electoral, se reafirma la vía hacia al socialismo como el programa que gana a las masas trabajadoras. La conclusión: Conciliar es perder, ¡Luchar es Ganar!

Los movimientos sociales y organizaciones de base de todo el país, sostuvieron una lucha férrea contra la propaganda manipuladora del fascismo y contra las mafias empresariales, siendo el real muro de contención junto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que se mantuvo incólume como garante de la revolución.

Además, debemos decir, que la lucha no solo fue contra el enemigo de clases más evidente, como las cúpulas empresariales, también fue contra el oportunismo, de derecha o de izquierda, en las filas del gobierno revolucionario. Quienes insistían en las tesis conciliadoras y enmascaraban las acciones saboteadoras de la derecha, haciéndolos ver como puros buenos comerciantes que sufrían por la falta de dólares, esos también fueron derrotados. En la otra acera, el oportunismo de izquierda, que insistió todo el año tras la muerte del comandante Chávez, en generar dudas y desconfianzas en el pueblo, sobre la capacidad del liderazgo de Maduro, sobre la consecuencia de Maduro para la continuidad del camino revolucionario, quedaron derrotados. Ese sector de supuesta izquierda que muere por dirigir la revolución y aprovechando este momento de confusión pretendió acumular fuerza y número de adscritos, generando dudas en la dirección de Nicolás, fue duramente derrotada. Nicolás se legitimó como liderazgo capaz de dirigir este país hacia el socialismo y lograr la definitiva independencia.

Quedan muchas cuentas que sacar y enormes desafíos en las ciudades, que no se pueden resolver con la ecuación del asistencialismo, sino con mayor trabajo formativo, de lucha ideológica en que las organizaciones que pretenden ser revolucionarias, debemos volcarnos. Está visto que a pesar de los grandes esfuerzos dirigidos a conquistar aceptación de las clases populares con entrega de beneficios materiales y panfletos, hay un sector de las ciudades presa de la tecnocracia de consumo dirigido, que está completamente extraviado. A ese sector, que es parte de la misma clase trabajadoras, el discurso trillado le rebota. Requerimos analizar el contexto real de la acción y el discurso revolucionario para incidir en esas masas. En esos municipios que ganó la derecha, debemos planificar desde ya nuestra retoma, arraigando el trabajo formativo, organizativo y agitativo de masas. Porque como dijo el comandante Fidel, “no hay 4 millones de oligarcas”, mucho menos 7 millones. Ni siquiera en municipios donde históricamente se ha instalado la derecha, como Chacao, la burguesía es mayoría, solo que es hegemónica ideológica y culturalmente.

Sin embargo, hay que decir, que tampoco es cierto que en muchas de esas ciudades hayamos perdido. Si revisamos los índices, en comparación con los resultados del 14 de abril, en Maracaibo subimos de 40,31% a 46,64%; en Iribarren subimos de 43,14% a 46, 07%, en Sucre subimos de 43,85% a 44,51% y en Sotillo subimos de 45,52% al 50%. Esos son los resultados aunque la prensa internacional quiera ocultar el descalabro de la derecha venezolana y lavarle la cara. Esa es la realidad, incluso en los pocos municipios que perdimos, perdimos ganando.

No obstante, sabemos que este año que va a comenzar, tendremos una ventaja enorme: no habrá elecciones. Y eso nos permitirá desarrollar una lucha en un contexto internacional más favorable, para profundizar el socialismo en todos los ámbitos de la vida social, sin debatirnos en el estrecho marco del cuidado democrático electoral burgués. Tenemos cancha para profundizar la democracia socialista, comunal, popular y revolucionaria. Hagámoslo. ¡Seamos Realistas, Exijamos lo Imposible!

¡Con Chávez y Maduro, Hasta la Victoria Siempre!

¡La Unidad Cívico-Militar-Popular es Invencible!

¡Te Cumplimos Comandante!

Dirección Nacional

jueves, 14 de noviembre de 2013

GUERRA ECONÓMICA Y ACCIONES REVOLUCIONARIAS



Esta burguesía vividora nos robó por lo menos doscientos mil millones de dólares que fueron a parar a sus cuentas en el exterior, 1.245 empresas identificadas y sancionadas, se prestaban para este negocio sucio, inflando los precios, generando una cadena especulativa que no solo se descargó en el pueblo, sino incluso en el pequeño comerciante. Obtenían dólares a 6,3 bolívares y vendían a precios de dólar falso en 50 bolívares. El llamado mercado paralelo lo imponen y dirigen sitios web controlados en el exterior que deciden el alza generando una matriz especulativa. Hasta 1200% de sobreprecio se identificó y se sacó a la luz pública en casos como el de DAKA. El gobierno, este gobierno que se ha puesto del lado de la mayoría trabajadora honrada, decidió ante ese nivel de voracidad y descaro, tomar las medidas más justas: fiscalización, intervención, extensión de la regulación a otros sectores de la economía (como calzado, textil, juguetes y otros), control de la importación a través de un Centro Nacional de Comercio Exterior y muchas otras medidas. Medidas que sin duda nos benefician a la gran mayoría, incluso a quien no es chavista pero es trabajador o trabajadora. Porque así es el socialismo, permite la diversidad y defiende a la gran mayoría, lo que no puede tolerar son los privilegios groseros de una minoría corrupta.

Estas medidas nos elevan a otra coyuntura. El pueblo reconoció la justeza de las medidas y sobre todo de las acciones tomadas contra comercios y empresas distribuidoras. El pueblo supo que este Gobierno jamás le abandonaría, como no lo hizo Chávez. Entendió que los hipócritas voceros políticos de la burguesía, a la hora de la chiquita, siempre se pronunciarían a favor de sus intereses de clase. Esta vez no se hicieron los populistas, sino que llamaron al pueblo “saqueador”, con el odio de clase que les caracteriza. A toda vista un verdadero descaro de la burguesía que vive del salario ajeno, que explota nuestro trabajo, que especula, que infiltra la estructura del Estado para sacar dólares casi regalados, con los cuales especula, y así pretenden descalificar al pueblo como saqueador: Cachicamo diciéndole a morrocoy conchuo.

El saldo inmediato de estas medidas, es haber generado conciencia de clase en el pueblo. Se identificó al enemigo, se ejerció poder revolucionario y se logró el objetivo. Eso demuestra que la ofensiva revolucionaria era pertinente, era una necesidad y más dilaciones hubieran conducido a una derrota.

La derecha intentó generar un escenario como el del Caracazo, cuando el pueblo desesperado y con una profunda rabia, reventó todos los cauces democrático burgueses, aunque sin objetivos de conquista del poder. Ahora, esos cauces son revolucionarios, es el gobierno quien interviene las empresas en articulación cívico-militar-popular y obliga a vender a precio justo, organiza la compra masiva y defiende los derechos del pueblo.

Por eso, debemos apoyar masivamente a quien realmente defiende nuestros intereses. No solo reconociendo el gesto y aprovechando la oportunidad para comprar a bajo costo, sino movilizándonos y defendiendo la habilitante que permitirá regular proporcionalmente la ganancia, para que nunca más puedan imponernos la usura como valor de la economía. Ya vimos los resultados de todas estas acciones, los precios bajaron “milagrosamente”, la “generosidad” no tuvo límites, aunque también quizás el puño de hierro de la justicia social, tuvo algo que ver.

También debemos plantear una alternativa revolucionaria que construya:
  1. Un sistema productivo independiente, superando las relaciones de subordinación con el capitalismo, con desarrollo tecnológico propio.
  2. Un control de sectores estratégicos de la producción. No es posible garantizar derechos fundamentales si estos parásitos inescrupulosos controlan por ejemplo, el 60% de la producción de harina precocida. Puede existir el comercio privado, lo que no debe imperar en una sociedad justa, es que los comerciantes privados dominen la economía. Actualmente, apenas 5 empresas representan un 50% de la producción de alimentos y bebidas. Son estos oligopolios los que atacan al pueblo para atacar a su gobierno.
  3. Una institucionalidad de la clase trabajadora. La formación de la conciencia revolucionaria de los trabajadores y las trabajadoras, no puede ser una excepción, debe ser la regla, y esta formación es tarea en primer lugar del partido. Hemos ido y venido, se han creado sistemas de formación, escuelas y aún no tiene la Revolución, un aparato de formación de cuadros, cuadras y masas, que combata la conciencia burguesa de enriquecimiento fácil, individual y cómplice en las instituciones de gobierno, del consumo desmedido que lleva al consumismo que sostiene este sistema inhumano de valores invertidos. Un partido verdadero, pondría esto incluso como condición para el ingreso de trabajadoras y trabajadores a las instituciones. Solo así construiremos el nuevo Estado.
  4. También y más importante incluso, es que el Poder Popular deje de ser un elemento sin beligerancia política y pase a constituir un Consejo del Poder Popular (entre comunas y movimientos sociales), que oriente y supervise la política del nuevo Centro Nacional de Comercio Exterior e Importaciones, que se crea con una visión absolutamente revolucionaria de controlar la importación que desangra al país y la asignación de dólares preferenciales. Pero que, sin un contrapeso a la lógica del viejo Estado que se mimetiza, se conserva y se adapta, podría terminar siendo una perfecta copia de CADIVI. Por eso, es fundamental avanzar hacia el Nuevo Estado Popular, Proletario, Socialista y Comunal.
Se quedaron fríos los que querían el colapso total en octubre. Lo que hubo fue un Octubre Rojo. Se quedaron con los crespos hechos los que tenían sus agendas particulares, los que dudaban de Maduro.

Ya lo demostró. Maduro es hijo de Chávez y no solo es obrero sino que milita en el proyecto histórico de la clase trabajadora (el socialismo), llamamos al Pueblo organizado a: 1) Acompañar las acciones de control del comercio conspirador, de manera organizada, como lo vienen desarrollando experiencias como la Red de Defensoras/es de la Seguridad y Soberanía Alimentaria, entre otras; 2) Vigilar los movimientos de la derecha golpista para responder a tiempo ante cualquier arremetida; 3) Acompañar las ventas supervisadas para evitar que infiltren gente de derecha buscando pescar en río revuelto; 4) Combatir con conciencia la compulsividad en las compras, el afán de consumo irracional, o lo que es igual, atacar el síndrome del “compralotodo”; 5) Construir el nuevo aparato productivo socialista y comunal, desde abajo, con el apoyo del Estado pero con la visión de autoabastecernos como país. Solo así podremos superar la dependencia y consolidar una Revolución Libre y Soberana.

¡CONTRA LA GUERRA DEL CAPITAL, OFENSIVA POPULAR!

¡TODO EL PUEBLO A ASUMIR LA OFENSIVA CON DISCIPLINA FÉRREA Y VOLUNTAD ÚNICA!

¡NICOLÁS Y NOSOTR@S JUNT@S COMO CLASE, SOMOS CHÁVEZ!

¡El 8-D COBRAREMOS EN VOTOS A LA BURGUESÍA PARASITARIA ESPECULADORA!

¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!


Colectivo Social SURCO, Noviembre de 2013

sábado, 19 de octubre de 2013

2013, Año de Prueba de la Lealtad Revolucionaria.

Qué hacer y Qué No hacer.

(Documento para el Análisis y la Orientación Revolucionaria)

La Coyuntura:
Este año 2013 ha sido sin duda un año desafiante. Enfrentamos el primer y más duro golpe el 05 de marzo con la desaparición física del indiscutible gran liderazgo de la Revolución continental. Enfrentamos unas elecciones presidenciales en medio del dolor y el desconcierto, con un gran optimismo que se quedó frío ante los resultados electorales.

La gente más militante pensó durante todo ese mes que la emotividad en torno al ejemplo de Chávez haría inclinar la balanza a favor del proyecto socialista, pero la realidad fue otra, todo indica que se manifestó de la forma más evidente una tendencia que ya veníamos identificando y denunciando, y es que en medio de la lucha de clases generamos una expectativa con fines electorales durante 14 años, plena de beneficios materiales pero sin sustento propio en un movimiento revolucionario maduro, cohesionado y formado en el ideal y las herramientas conceptuales y metodológicas del socialismo. Peor aún, sin un aparato construido para cumplir esa gran tarea histórica, todo recayó sobre la espalda y el liderazgo del camarada Chávez como principal motor.

Ya sabemos qué ha venido ocurriendo, la derecha amenaza y desarrolla una conspiración velada en vista de que el 14 de Abril no pudieron consolidar la insurrección burguesa, convencer al grueso de la FANB para una aventura golpista, ni ganar el apoyo internacional necesario.

Durante los primeros meses de gobierno de Nicolás Maduro, se asumió una especie de transición, de re-acumulación, en una tregua circunstancial con la derecha, que a más de uno puso a suponer una presunta conciliación con la burguesía,  y  al mismo tiempo se desarrolló una jornada de Gobierno de Eficiencia en la Calle que le permitió al gobierno de Maduro elevar en 9 puntos su popularidad ante las masas trabajadoras.

Insistimos en que, en el análisis, es determinante la lógica desde la cual miremos esta coyuntura. Podemos cómodamente mirarla desde la búsqueda de costuras de un gobierno que ha quedado sin su principal liderazgo. Pero en definitivas cuentas, no se trata ya de evaluar la situación del gobierno como algo alejado, como una película y de un momento a otro desconfiar al margen del asunto. Se trata de que este movimiento revolucionario debe recomponerse rápidamente, más aún como fuerzas populares diversas que coexisten y se interrelacionan de manera compleja en torno a la gobernabilidad. Se trata de que antes de plantear las críticas y reivindicaciones desde una parte de la vida social y popular, hemos de tomar en cuenta la totalidad de las relaciones de fuerza.

Las Tendencias:
Esto nos hace reflexionar sobre las realidades que se encuentran en esta lucha de clases. Identificando por lo menos tres tendencias nítidas:

1.- El Fascismo:
Que lidera el acumulado electoral y político del bloque de oposición (a menos que alguien sostenga que Capriles es de izquierda y dirige el bando opositor con un discurso y un programa socialista). Hasta entonces, queda claro que la vanguardia de la oposición es fascista y neoliberal.

2.-  El Dogmatismo y el Oportunismo de izquierda:
Supone que la Revolución, sin Chávez, cayó en una suerte de estancamiento que puso de manifiesto la incapacidad y la falta de voluntad del gobierno central de proseguir en el camino revolucionario y lo llevó a entregar la Revolución, en un matrimonio socialdemócrata. Se expresa en frases como ”Maduro no es Chávez!” y otras por el estilo. Se invita a criticar al gobierno demagógicamente sin considerar el contexto total y la correlación de fuerzas, sin medir que las consecuencias son la desmovilización y la atomización de la base chavista, sin alternativas revolucionarias propias.

Es de entenderse que la derecha use el aumento de sueldos y salarios como promesa barata que movilice masas trabajadoras con necesidades. Lo que resulta trágico es que la izquierda aparentemente más pura, secunde estas consignas. Estas corrientes internacionales de la izquierda, son las mismas que apoyaron al supuesto “bando rebelde” en Libia, suponiendo que había una revolución en marcha contra “el dictador” Gadaffhi. Ahí quedó Libia destruida e invadida por el imperialismo anglo-francés. Por tanto, mirándolo bien, esta izquierda está cumpliendo su papel. Consciente o inconscientemente cuestiona toda la gestión de gobierno, de generar desconfianza en la conducción de Maduro, de hacerlo ver como un gobierno entreguista del legado de Chávez, sin considerar la correlación de fuerzas que este sector es absolutamente incapaz de cambiar, por su minúsculo poder de movilización.

Una izquierda que sin Chávez estaría aún en pequeños círculos de iluminados. Una izquierda (en la que hay algunos buenos amigos y amigas), que sin miramientos, viendo a Chávez enfermo y agonizante pero con una fuerza de voluntad impresionante para entregarnos la victoria del 7 de Octubre hace un año, lanzó como candidato alterno a Orlando Chirinos para buscar un supuesto “voto crítico”. Sacaron menos votos que la cómica y desestimada María Bolívar, pero no les interesa con tal de mirarse el ombligo. Vaya liderazgo que construye y cabalga sobre el chavismo aprovechando las contradicciones para mostrarse como la opción más pura y auténtica de la revolución, a costa de la revolución que se garantiza con unidad de los factores capaces de sostener el poder popular. Y nos preguntamos y les preguntamos, ¿será que la derecha aprovecha o no estas luchas reivindicativas salariales? ¿Será que con el nivel de especulación maleante que desarrolla la burguesía tendrá sentido pedir un aumento general de sueldos o se diluirá en un abrir y cerrar de ojos si no logramos ganar la guerra económica? ¿Dará lo mismo la presencia de Nicolás en Miraflores que la presencia de Capriles?

Bien hacía Lenin en calificar a esta izquierda irresponsable y dogmática hasta la médula, de “oportunistas de izquierda”. Y lapidariamente, sentenció: el que aspire ver una revolución ideal, no llegará a vivirla. La revolución está llena de momentos de avance pero también de estancamiento, de reacomodos, de reconstrucción esporádica de las fuerzas, incluso para golpear a los sectores reformistas agazapados en los frentes y bloques.

3.- Bloque Chavista con Nicolás, un sector que confluye en torno al chavismo.
De éste, debemos diferenciar a un grupo oportunista de derecha que se mimetiza para paliar la revolución, ablandarla y desviarla. Pero que afortunadamente no es la mayoría.

Pero si hay una gran mayoría en torno al proyecto socialista de una sociedad justa, en torno al ejemplo moral de Chávez que lo entregó todo y en torno a la posibilidad que da esta coalición diversa cívico-militar-popular de que las fuerzas revolucionarias acumulen lo suficiente, para:

a) Contener a la derecha;

b) Romper con la hegemonía ideológica de la derecha a nivel de masas y organizar el instrumento popular (desde los espacios políticos conocidos u otros por construir), que permita configurar una vanguardia colectiva que tenga fuerza para impulsar el proyecto socialista (pesar de la derecha y de los sectores reformistas presentes en el chavismo, incluso de base);

c) Desarrollar una ofensiva revolucionaria que vaya más allá del salario, que como sabemos expresa una relación de explotación burguesa que permite que la burguesía se reapropie del salario a través del mercado, más si es una burguesía que busca reapropiarse del ingreso petrolero a través de muchas formas, como la especulación.


Esta tendencia en la cual nos inscribimos, supone que en ese momento de dura transición ante las amenazas imperialistas, el gobierno que recién asume debe evaluar sin idealismos la correlación de fuerzas, situarse en la realidad concreta, evaluar la ofensiva y el avance de la derecha, no sólo después de Chávez sino incluso durante la presencia de Chávez en la Presidencia de la República, pues, toda tentativa debe pisar tierra firme si pretende vencer.

Esa decisión pasa por no arriesgar la vida de millones de venezolanas y venezolanos, ni el proyecto socialista latinoamericano, considerando que cualquier dispersión de las fuerzas del chavismo en su diversidad revolucionaria implica el debilitamiento interno y abre frentes hacia adentro que se suman a los muchos frentes ya abiertos en la disputa de masas con guerra mediática, sabotaje económico descarado y potente, así como el aprovechamiento por parte de la derecha de huelgas alimentadas con el combustible de las reivindicaciones laborales legítimas de algunos sectores trabajadores

Desde esta posición pensamos que se debe profundizar en el debate sobre las reivindicaciones revolucionarias. En esta circunstancia, cabe preguntarse si las luchas reivindicativas deben ser por mayor salario nominal (cifra expresada en moneda del valor del salario en relación a la capacidad adquisitiva en el mercado), o por políticas sociales de real contenido socialista que sin mediar pago individual en base a la disponibilidad de cada persona, se ofrezcan a la mayoría trabajadora y eleve su calidad de vida (como Mercal, Barrio Adentro, Misión Sucre, Misión Vivienda, entre muchas otras).

Hablando claro, si la gente tuviera que pagar por Barrio Adentro, Universidad pública y gratuita, vivienda otorgada, todos los alimentos a precio de mercado y muchos otros servicios, ningún aumento de salario ni por el 500% le alcanzaría para vivir.

Ahora bien, ¿Qué  haríamos sin misiones? ¿Qué haríamos si se desmantela el mínimo estado de seguridad social logrado? ¿No volveríamos a la cuarta república neoliberal y la burguesía especularía con la vivienda que hoy otorga la Gran Misión Vivienda Venezuela? ¿No tendríamos que pagar por una simple consulta médica lo que hoy es completamente gratuito en Barrio Adentro? ¿No tendríamos que pagar al triple de precio lo que hoy se otorga en Mercal? ¿No tendríamos que pagar por estudiar en la universidad lo que se paga en una universidad como la Santa María o la Católica? ¿Para qué serviría el aumento de salario entonces? ¿No sería para crear una ilusión falsa que terminaría cuando la burguesía se reapropiara de ese salario por vía del mercado, teniendo las principales opciones sociales privatizadas? Es por esto que la derecha usa como consigna populista el aumento de sueldo y atiza las luchas por el aumento salarial. Porque es una ficción y ella, de tomar el poder de nuevo, arreglaría esta aparente pérdida inicial, este costo de producción que se eleva, a través de la privatización de todo y la especulación brutal para ganar en la salida lo que creemos ingenuamente que perdieron en la entrada.

Por el contrario, el salario nominal en el socialismo por el cual luchamos, sería cada vez menos necesario porque la tendencia será a que cada vez más el Estado Revolucionario garantizara todos estos derechos independientemente del salario del que disponga cada trabajador o trabajadora. El salario real es mucho mayor que el salario nominal visto como quince y último. Lo que quiere decir, que el salario nominal alcanzaría cada vez más para cosas menos necesarias porque el Estado debe garantizar lo básico para vivir y si sumamos todos estos beneficios a precio de mercado, ¿cuál sería el valor real del salario? ¿No sería mucho mayor?

Nuestras Reivindicaciones para la Ofensiva Popular Revolucionaria:
Entonces, ¿no hay reivindicaciones justas? Claro que sí. Hay unas reivindicaciones que los revolucionarios y las revolucionarias debemos impulsar, pero no sólo salarios y huelgas. Hay reivindicaciones pendientes -de real contenido revolucionario- que aportan a que la clase trabajadora no tenga solo dinerillo en la mano, sino PODER real, para decidir y gobernar. Por ejemplo:

1.    Consolidación de las comunas como eje del gobierno popular con cada vez más competencias. Con estas experiencias territoriales, esa izquierda dogmática rara vez trabaja.

2.    Nacionalización de todas las empresas capitalistas fundamentales para garantizar los principales bienes, que de manera descarada se han sumado al sabotaje económico, no por falta de dólares sino para evadir las regulaciones que defienden el salario de la mayoría trabajadora. Es la única manera de que podamos garantizar adecuados niveles de abastecimiento.

3.    Sistema de transporte y colocación adecuada de la producción que no esté en manos de mafiosos intermediarios privados, sino en manos del Estado, sus trabajadores y trabajadoras.

4.    Aprobación inmediata de la Ley de Consejos de Trabajadoras y Trabajadores como expresión del Poder Popular en los centros de trabajo, como garantía de estabilidad y dirección popular de la economía. Estas formas pueden tener deficiencias al comienzo pero pensamos que es reformista y contrarrevolucionario cuestionar el modelo por errores de gestión o presuntas irregularidades muy particulares. Si este es el argumento principal, también serviría para que el poder popular intervenga los ministerios y las antiguas estructuras de gobierno que han demostrado adaptarse a la acumulación corrupta de medios que son de todas y todos, pues para eso fueron diseñados.

5.    Mejoras laborales para los trabajadores y las trabajadoras de las Misiones, inversiones en infraestructura, recursos técnicos y expansión de los beneficios.

6.    Fortalecer la política pública en materia de mejoras en las condiciones ambientales, de seguridad y salud laboral en las fábricas administradas por el Estado.

7.    Desempolvar, rescatar, aplicar y defender el Plan Guayana Socialista 2009-2019, como impulso del desarrollo de las fuerzas productivas en el marco de la diversificación de la economía y como referencia nacional de un nuevo modelo productivo diseñado por las trabajadoras y trabajadores de base.

8.    Consolidación de un sistema alternativo de distribución de alimentos y productos, con gestión comunitaria directa e indirecta, mercal casa por casa, mercados populares, etc, fortaleciendo la estructura de la comuna como centro de la acción política, social y económica.

9.    Creación de la Central Única de Importaciones para controlar nacionalmente la importación y evitar que se desangre el país con empresas de maletín.

10. Dar respuesta a la ofensiva ideológica de la derecha que ha generado una neurosis compulsiva consumista y ambiciosa para corromper la base moral del mismo pueblo, desatando el afán de consumo desmedido, el “pónganme donde haiga”, el compro en 50 vendo en 100, el con mi burocracia no te metas, con mi aumento no te metas, etc. Consolidar mediante un fuerte aparato popular revolucionario el instrumento que genere la nueva conciencia socialista y la convicción a prueba de guerra económica, como lo logró la Cuba revolucionaria a pesar del bloqueo económico y la caída de la URSS.


Esto demuestra que las reivindicaciones que Chávez impulsó no son sólo salario, aunque por supuesto fue Con Chávez que alcanzamos aumentos salariales consecutivos durante los últimos 14 años y el salario más alto de Latinoamérica; política que se mantiene con Nicolás Maduro en la Presidencia.

La mayor reivindicación que debemos luchar es defender la Revolución Bolivariana en el Poder. Sin ésta, no habrá reivindicación de nadie, excepto la burguesía. Para ello, debemos cerrar filas con Maduro, impulsando las campañas que deban impulsarse, las denuncias que deban hacerse y las críticas que les guste o no, debemos hacer, pero sin perder perspectiva y sin dobles morales. Solo unidas y unidos somos Chávez. Si hay gente que a solo siete meses de la siembra de Chávez, ya duda de su decisión y selección de equipo de gobierno (que en el caso de Maduro está con él desde que salió de Yare en 1994 y proviene de la Liga Socialista, del movimiento sindical combativo en tiempos de gran represión), entonces es una confianza vaga y un compromiso militante muy limitado el que asumieron con el legado de Chávez. No es posible ser Chavista y solo leer acomodaticiamente “El golpe de timón”, pero saltarnos sus últimas palabras: UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA.
 



¡PROHIBIDO DIVIDIR NUESTRAS FUERZAS EN PLENA GUERRA ECONÓMICA!


¡CON TODO CONTRA LAS MAFIAS DE LA BURGUESÍA PARASITARIA Y ESPECULADORA!


¡ANTE EL INFANTILISMO DE IZQUIERDA, SOMOS UN PUEBLO MADURO!



Colectivo Social SURCO

Octubre de 2013.

¿”BUEN VIVIR” O “VIVIR BIEN”?


¿”BUEN VIVIR” O “VIVIR BIEN”?
Por: Ernesto Silva


Últimamente se oye decir en muchos espacios de discusión frases como:la ruta del buen vivir, nos organizamos conquistaremos el vivir bien…” ode nosotros depende vivir bien…”.
Luego de escucharlo varias veces surge de repente una enorme confusión. Uno se pregunta: ¿Será que vivo bien estoy buen viviendo? ¿En realidad conocemos la concepción política o ideológica contenida en el Vivir Bien o en el Buen Vivir? ¿Qué diferencia a una de la otra?
Estos dos conceptos o consignas encierran un contenido ideológico definido en el ser humano desde hace un tiempo atrás. A pesar que el Buen Vivir es un concepto reciente, posee un origen arraigado en la transformación de las prácticas de la sociedad y conlleva en sí mismo la participación social y del Estado en la mutación de lo existente.
Cuando uno escucha decir a alguienyo vivo bien, lo primero que llega a la mente es: “…tiene carro, casa, mujer u hombre, quizás hijos o hijas y debe salir frecuentemente a recrearse...Ese es el pensamiento habitual, y es así porque es lo que tenemos en nuestro inconsciente o, en algunos casos, en nuestro consciente.
Vivir Bien es un concepto inoculado progresivamente en el ser humano desde hace unos 400 años por el sistema social imperante y hegemónico, el capitalismo. El Vivir Bien implica la reproducción y continuidad de la ideología del consumo, del tener, del acumular para poder ser, para sobresalir dentro de la sociedad del capital. Vivir Bien es el todos contra todos y el sálvese quien pueda. Habría que preguntarse, ¿Este concepto aporta a la construcción del Socialismo?
Al contrario, el Buen Vivir es germinar una nueva práctica social donde florezcan nuevas relaciones de vida entre los sujetos sociales, y a su vez, la relación de estos con la naturaleza. El Buen Vivir debe realzar el ser sobre el tener, enalteciendo valores de solidaridad, altruismo, hermandad, sentido de pertenencia, prevaleciendo lo Colectivo, lo social por encima de lo individual.
Definitivamente, para continuar en la senda de la construcción del Socialismo hay que dejar a un lado el “vivir bien” y dedicarnos a construir el “Buen Vivir” como nuevo Modo de Vida. Sólo así conquistaremos la verdadera Humanidad.

martes, 9 de julio de 2013

Ante el Chantaje con Boicot Alimentario, Conciencia y Dignidad del Pueblo







Por: Red de Defensoras y Defensores de la Seguridad y la Soberanía Alimentaria


  Ante la coyuntura que se abre tras la siembra del Presidente Chávez, se desató una campaña de boicot alimentario y desabastecimiento. El poder económico nacional y sus socios internacionales, aprovecharon para sabotear la distribución de bienes indispensables. Pensaron que restringiendo la distribución, generando escasez y molestia, podían lograr que el voto chavista maduro se derrumbara y pudieran ellos hacerse con la victoria electoral. Aun así, no pudieron, ni electoral, ni mediática, ni militar, ni internacionalmente, consumar el golpe.

Ante esta coyuntura, desde la Red de Defensoras y Defensores de la Seguridad y la Soberanía Alimentaria, declaramos:

-Que esta circunstancia enseña que nunca seremos enteramente independientes, si como pueblo no tenemos independencia económica. Y a su vez, la independencia económica solo la garantizará el pueblo en socialismo, dado que la llamada “empresa privada nacional”, no es capaz de pensar en un proyecto de país autónomo, ni de aceptar modestas regulaciones a la ganancia, como la Ley de Costos y Precios Justos, que buscan garantizar el acceso de las mayorías a productos básicos (regulaciones que en cualquier país capitalista son válidas pero que aquí los empresarios se niegan aceptar).

-Que la producción, el procesamiento y la distribución de bienes, debe estar bajo propiedad social y en manos del pueblo trabajador, para que también el consumo pueda estar garantizado. No pueden ya sabotear Lácteos Los Andes, ni Industrias Diana, ni Fama de América, entre muchas otras empresas, porque estas empresas hoy día están en manos de sus trabajadores y trabajadores, bajo propiedad del Estado y cumpliendo una función social. Es decir, no produce mercancías para el lucro de unos pocos, sino que genera productos para satisfacer necesidades y garantizar el derecho humano a la alimentación.

- Que el aparato de Estado que heredamos, no puede responder a las exigencias de este momento histórico. No fueron instituciones creadas para hacer cumplir la regulación de las ganancias empresariales, mucho menos para contener una guerra económica. En una lucha donde chocan los intereses de la mayoría del pueblo que vive de su salario frente a los intereses económicos de un grupo inescrupuloso, explotador y especulador por excelencia, la lucha no puede asumirla solo el personal de las instituciones.

-Que es preciso que las instituciones fiscalizadoras una vez depuradas articulen con el poder popular naciente, movimientos populares, consejos comunales, consejos de trabajadoras y trabajadores, etc., para realizar el trabajo de inteligencia social, fiscalización y agitación. Ya en algunos estados se ha acreditado a defensoras y defensores como contraloras y contralores. Y en otros, incluso sin instituciones, el pueblo ha fiscalizado y ha hecho cumplir las regulaciones, colocando bajo venta supervisada los productos ofrecidos. Esta es una muestra del poder que puede ejercer el pueblo una vez que se organiza. No se está cobrando, ni exigiendo salario, simplemente, es la defensa de nuestros derechos e intereses. Pero si de otra forma, permitimos que se impongan los prejuicios clasistas, racistas y tecnocráticos del funcionariado camaleónico de la cuarta y no instruimos el trabajo articulado desde el Poder Popular, lo que se pone en juego es la vida misma de la Revolución.

- Que apoyamos la iniciativa del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación de promover los operativos de Mercal Casa por Casa y Mercal Comunal, porque involucra a la comunidad organizada en el diagnóstico, planificación y ejecución de la distribución de alimentos. Pueden contar con integrantes y colectivos de esta red para el trabajo formativo y organizativo que se requiera.


- Que saludamos la operación anti-corrupción y los recientes cambios realizados en la dirección de INDEPABIS ordenados por el comandante obrero Maduro. Eso demuestra que no era la gente de a pie la que estaba equivocada. Ahora se entiende por qué tanta flexibilidad, por qué tanta tolerancia ante el especulador. Eran los tentáculos del especulador los que dirigían. Que quede claro, el especulador-acaparador es un delincuente igual o incluso peor, que cualquier otro, y no puede haber impunidad o mantendremos privilegios a costa de la necesidad de la mayoría.

-Que llamamos a acentuar la labor de CONATEL en sancionar a quienes promueven la angustia. No es la gente la responsable de las compras nerviosas, son los medios de propaganda de guerra los causantes. Denunciamos especialmente la aplicación virtual llamada “ABASTÉCEME”. Obviamente, una aplicación creada por la derecha instruida por la CIA, para generar caos. Esta aplicación supuestamente serviría para avisar donde se encuentran los productos que pudieran estar escaseando, pero lo que realmente lograría es que gente víctima de estas operaciones psicológicas, llegue en masa a establecimientos sin control alguno y realice compras desaforadas hasta dejar los anaqueles vacíos, generar disputa, nerviosismo y caos. Ahí siempre habrá una cámara que grabe y envíe imágenes que se publicarán al exterior. Ese es el objetivo, dar impresión de caos y justificar el golpe y la intervención. Las leyes están, hagámosla cumplir.

- Que reivindicamos el gran reconocimiento que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha dado a al Gobierno por los avances en la erradicación del hambre, cumpliendo con las metas establecidas en la Cumbre del Milenio cinco años antes de lo previsto. Tristemente, los voceros de los poderes que causaron hambre durante tantos años, no pueden, sino banalizar y descalificar este reconocimiento como muchos otros, porque prefieren a los organismos internacionales que nos atacan, nos acusan o nos pueden invadir. No les causa alegría ni siquiera una medalla de oro en las olimpiadas.

- Aclaramos que esta red no es un ministerio, sino una organización popular para la defensa de nuestros derechos a la seguridad y la soberanía alimentaria. Por tanto, aclaramos a quienes nos exigen “resolver” el problema de la especulación y les invitamos, así como a todo el pueblo organizado, a articularnos en la red para imponer nuestros intereses como mayoría humilde de este país, que vive digna y honradamente de su sueldo, sin robar a nadie. Aquí nadie le hará la Revolución a nadie, compañeras y compañeros. Quien procure un derecho, debe lucharlo por sí mismo y colectivamente. Chávez no  nos prometió una revolución hecha, nos invitó a hacerla. ¡SEAMOS COMO CHÁVEZ, CARAJO!!

Para concluir, queremos compartir las siguientes reflexiones del Comandante Eterno:

 “Dentro de la lógica del Estado burgués el capital se paga y se da el vuelto: lo único que importa es el fortalecimiento permanente del propio capital para sostener una estructura económica que no sólo vela por los privilegios abusivos de unos pocos, sino que está diseñada para la reproducción de un modelo de sociedad signado por la desigualdad y la exclusión de las mayorías.”
Líneas de Chávez, 06 de diciembre de 2009

"Al Estado Burgués tenemos que terminar de desmontarlo, tiene que extinguirse y nacer el nuevo Estado Social, Proletario y Socialista. Sólo así lograremos las grandes metas que nos hemos trazado”
Hugo Chávez, 22 de enero de 2010     

Comisión Operativa Nacional
03 de Julio de 2013

CONTÁCTANOS A LA CUENTA TWITTER: @defenso_aliment o vía mensajes de texto al : 0412-336.70.55

 

Leer más: http://soberaniayseguridadalimentaria.webnode.com.ve/

jueves, 20 de junio de 2013

El Papel del Pueblo ante el Boicot Alimentario Y la Guerra Económica contra la Patria


Por: Red de Defensoras y Defensores de la Seguridad y la Soberanía Alimentaria

Ante la coyuntura que se abre tras la siembra del Presidente Chávez, se desató contra Venezuela la más terrible campaña de boicot alimentario y desabastecimiento. La gran empresa privada de oligopolios nacionales y socios internacionales, aprovecharon el momento para sabotear la distribución de alimentos y bienes indispensables. Pensaron que restringiendo la distribución, generando escasez y molestia en la población, podían lograr que la intención de voto chavista de Maduro se derrumbara y Capriles pudiera hacerse con la victoria electoral. Aun así no pudieron, ni electoral, ni mediática, ni militar, ni internacionalmente, consumar el golpe.

jueves, 14 de marzo de 2013

Ante el Plan del Imperialismo y sus “Cantos de Ballena”

Comunicado del Colectivo SURCO – Gran Polo Patriótico/PSUV

No cabe duda de que la Mesa de la Unidad Democrática y su animador designado, el señorito del este del este, Capriles, administran los intereses de la gran oligarquía financiera estadounidense en nuestro país. Esa que se ha visto tan desmejorada en los últimos 14 años, en tanto nuestro Gobierno Revolucionario, procuró mejores precios de venta del petróleo en vez de regalárselo a los EEUU, priorizando los intereses del país y la inversión social en las grandes misiones.

Capriles no fue a reunirse a Nueva Zelanda, o a Rusia, Capriles estuvo reunido en Colombia y en EEUU, recibiendo línea, instrucciones y mandatos directos de sus jefes para la acción contrarrevolucionaria a través de la MUD.

Por eso no puede extrañarnos que ante la siembra del Comandante de la Esperanza, la actitud tramposa y ofensiva a la vez, de la derecha venezolana, busque minar la moral y la resistencia popular.

Por un lado, nos insultan durante 14 años, despotricando con odio clasista del Presidente electo por la gran mayoría y, por otro, tras su muerte, se confiesan “admiradores” del Presidente, que ahora no es un luchador y militante, sino una “figura espiritual”.

Por un lado, dicen “respetar” a los venezolanos que son seguidores del Comandante y el proyecto socialista y, por otro, plantean que ante la muerte del Presidente es momento de reconciliación. Reconciliación que por suponer que la Revolución se detenga y muera, pactando con ellos, es igualmente ofensiva para Chávez –que nunca se rindió, ni capituló- como para el Pueblo venezolano.

Por un lado, dice el señorito Capriles que no trabaja para un sector del país, sino para “todos los sectores” y, por otro, acusa al Gobierno y a la familia del Comandante, de haber ocultado la muerte del Comandante.

Por un lado, estos sectores clasistas y rascistas, llaman a la conciliación, y por otro, desestiman la candidatura de Nicolás Maduro, instruida por el Comandante Chávez para garantizar la continuidad del proyecto histórico, descalificando a Maduro de “autobusero”, “chofer”, “bruto”.

Ante este juego tramposo y manipulador, hacemos el llamado a la conciencia de la clase trabajadora, la mayoría humilde que vive del “quince y  último”, estemos claros que:
 
   1. Capriles representa a una clase social, la burguesía, que hizo empresas a costa de los contratos corruptos con el Estado en la cuarta república, que vivió de la importación, de la explotación de los trabajadores y de la especulación sin cuartel. Por eso, descalifican al compañero Nicolás Maduro, por su humilde origen como trabajador del Metro, porque en el fondo lo consideran un sirviente, un criado, que no debería aspirar a nada más que trabajarles y servirles. Por eso, Capriles no marchó el 1ero. De Mayo, bajo la excusa de que era “empleador”, que es una bonita manera de decir “patrón capitalista”.

   2. La burguesía usa su astucia para confundir y hacer ver que como Chávez murió, todo debe volver a ser como antes, que solo fue un mal rato, pero ya Venezuela debe volver a ser como en el 97. La burguesía no cree, ni creerá honestamente en Hugo Chávez, ahora lo “admira”, porque sabe que frente a una contienda electoral, es torpe insultar a ocho millones de venezolanos que honestamente, amaron a Hugo Chávez en vida y que, más allá de eso, trabajaron con él en la construcción de una Patria justa, igualitaria, socialista, verdaderamente cristiana, bolivariana y antiimperialista. No tienen vergüenza, ni son consecuentes con sus acciones los últimos 14 años. Están ansiosos de poder y son capaces de ponerse una boína roja con tal de ganar votos.

   3. El insulto que Capriles propina al pueblo venezolano al aceptar su candidatura a regañadientes (porque como reconoció, tiene grandes probabilidades de llegar detrás de la ambulancia y “quemarse”), cuando acusa a la familia del Comandante y al Gobierno de haber ocultado la desaparición física del comandante, no puede sino catalogarse de provocación abierta, que busca que ante el dolor, salga el Pueblo a defender su honor y el del Comandante y su familia, con venganza. Y sabemos, que buscará generar escenarios de violencia, con muertos, que justifiquen un enfrentamiento y un escenario conflictivo, como lo causaron en Libia y lo causan en Siria, para armar a un supuesto bando “rebelde”, formar unos supuestos “corredores humanitarios” o “zonas de despeje”, que solo podrían ser logrados a base de aviones, bombardeos y ocupación. Es decir, una intervención militar a lo Libia.

  4. Entendemos que a veces caemos en las trampas y provocaciones de la derecha, pero en este momento se requiere de vigilancia y disciplina revolucionaria. El infantilismo de izquierda contribuye a las intenciones de quienes quieren  desestabilizar el país y mella las bases de la unidad revolucionaria, esencial en este momento, por lo tanto debemos denunciarlas.

Es por eso, que llamamos a la precaución, ante los Cantos de Ballena que buscan reconciliación por un lado y por otro, promueven conflicto para lograr con sus patrones del norte, lo que ellos electoral o violentamente, no han podido lograr. No podemos aceptar su “reconciliación”, sino como un insulto a la memoria del Comandante. El Pueblo venezolano solo se reconcilia con la justicia social y la igualdad del socialismo bolivariano, con el respeto y el silencio de estos sectores ofensivos. Tampoco podemos aceptar su juego y morder el peine que nos ponen al provocarnos.


Hoy más que nunca, la “alegre rebeldía”, el amor sincero que tenemos a Hugo Chávez Frías, se traduce en compromiso, en obra, en acción en defensa de la Revolución, en convencimiento de quienes dudaron durante los últimos 14 años, pero que ahora entienden la sinceridad y la entrega humana del Eterno Comandante. Debemos buscarles, ganar las conciencias, para que esas conciencias se conviertan en votos. En fin, darle una verdadera paliza electoral que les deje claro, que el Pueblo que formó Chávez, no es tonto, ni ingenuo, ni indefenso.


¡A la Carga, Camaradas! ¡A Luchar, a Convertir el Amor en Acción!


 ¡A Cumplir la Voluntad, por Lealtad al Comandante y a su Proyecto Histórico!


¡Disciplina y el Imperialismo No Pasará! ¡Maduro, Maduro, Al Yanqui Dale Duro!!


¡Ante el Desprecio del Burgués, Dignidad de Nuestro Pueblo!


¡¡Señorito Capriles, sin Choferes no Llegaría Ni a Chacaíto!!

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