El turismo de caza hace que los cazadores paguen mucho dinero para ir a dispararle a las jirafas con armas de alto poder y los arcos.
Los gentiles gigantes son queridos en todo el mundo por su toque cómico y su naturaleza amable.
Sin embargo, las impactantes imágenes muestran cómo decenas de hombres y mujeres – e incluso familias – de todo el mundo, algunos incluso de Gran Bretaña, viajan para matarlos por deporte.
Los cazadores pagan hasta £ 10.000 (15,573.00 dólares) para tener la posibilidad de matarlos.
Las cacerías suelen durar de tres a cinco días y se ven a los turistas con 0.458 rifles marca Winchester Magnum.
La mayoría de los cazadores que vuelan a África de sus hogares en Europa o Estados Unidos, continúan a pesar de que los animales se están desplomando.
El Dr. Fennessy, fundador de “Giraffe” Fundación para la Conservación de estos animales, señaló que “si el turista ha pagado la cuota por el trofeo, el cadáver es el suyo. Algunos simplemente les gusta tener fotos tomadas junto a la jirafa muerta, pero otros pagan taxidermistas para montar la cabeza o el cuello y llevárselas a casa”.
