jueves, 14 de noviembre de 2013

GUERRA ECONÓMICA Y ACCIONES REVOLUCIONARIAS



Esta burguesía vividora nos robó por lo menos doscientos mil millones de dólares que fueron a parar a sus cuentas en el exterior, 1.245 empresas identificadas y sancionadas, se prestaban para este negocio sucio, inflando los precios, generando una cadena especulativa que no solo se descargó en el pueblo, sino incluso en el pequeño comerciante. Obtenían dólares a 6,3 bolívares y vendían a precios de dólar falso en 50 bolívares. El llamado mercado paralelo lo imponen y dirigen sitios web controlados en el exterior que deciden el alza generando una matriz especulativa. Hasta 1200% de sobreprecio se identificó y se sacó a la luz pública en casos como el de DAKA. El gobierno, este gobierno que se ha puesto del lado de la mayoría trabajadora honrada, decidió ante ese nivel de voracidad y descaro, tomar las medidas más justas: fiscalización, intervención, extensión de la regulación a otros sectores de la economía (como calzado, textil, juguetes y otros), control de la importación a través de un Centro Nacional de Comercio Exterior y muchas otras medidas. Medidas que sin duda nos benefician a la gran mayoría, incluso a quien no es chavista pero es trabajador o trabajadora. Porque así es el socialismo, permite la diversidad y defiende a la gran mayoría, lo que no puede tolerar son los privilegios groseros de una minoría corrupta.

Estas medidas nos elevan a otra coyuntura. El pueblo reconoció la justeza de las medidas y sobre todo de las acciones tomadas contra comercios y empresas distribuidoras. El pueblo supo que este Gobierno jamás le abandonaría, como no lo hizo Chávez. Entendió que los hipócritas voceros políticos de la burguesía, a la hora de la chiquita, siempre se pronunciarían a favor de sus intereses de clase. Esta vez no se hicieron los populistas, sino que llamaron al pueblo “saqueador”, con el odio de clase que les caracteriza. A toda vista un verdadero descaro de la burguesía que vive del salario ajeno, que explota nuestro trabajo, que especula, que infiltra la estructura del Estado para sacar dólares casi regalados, con los cuales especula, y así pretenden descalificar al pueblo como saqueador: Cachicamo diciéndole a morrocoy conchuo.

El saldo inmediato de estas medidas, es haber generado conciencia de clase en el pueblo. Se identificó al enemigo, se ejerció poder revolucionario y se logró el objetivo. Eso demuestra que la ofensiva revolucionaria era pertinente, era una necesidad y más dilaciones hubieran conducido a una derrota.

La derecha intentó generar un escenario como el del Caracazo, cuando el pueblo desesperado y con una profunda rabia, reventó todos los cauces democrático burgueses, aunque sin objetivos de conquista del poder. Ahora, esos cauces son revolucionarios, es el gobierno quien interviene las empresas en articulación cívico-militar-popular y obliga a vender a precio justo, organiza la compra masiva y defiende los derechos del pueblo.

Por eso, debemos apoyar masivamente a quien realmente defiende nuestros intereses. No solo reconociendo el gesto y aprovechando la oportunidad para comprar a bajo costo, sino movilizándonos y defendiendo la habilitante que permitirá regular proporcionalmente la ganancia, para que nunca más puedan imponernos la usura como valor de la economía. Ya vimos los resultados de todas estas acciones, los precios bajaron “milagrosamente”, la “generosidad” no tuvo límites, aunque también quizás el puño de hierro de la justicia social, tuvo algo que ver.

También debemos plantear una alternativa revolucionaria que construya:
  1. Un sistema productivo independiente, superando las relaciones de subordinación con el capitalismo, con desarrollo tecnológico propio.
  2. Un control de sectores estratégicos de la producción. No es posible garantizar derechos fundamentales si estos parásitos inescrupulosos controlan por ejemplo, el 60% de la producción de harina precocida. Puede existir el comercio privado, lo que no debe imperar en una sociedad justa, es que los comerciantes privados dominen la economía. Actualmente, apenas 5 empresas representan un 50% de la producción de alimentos y bebidas. Son estos oligopolios los que atacan al pueblo para atacar a su gobierno.
  3. Una institucionalidad de la clase trabajadora. La formación de la conciencia revolucionaria de los trabajadores y las trabajadoras, no puede ser una excepción, debe ser la regla, y esta formación es tarea en primer lugar del partido. Hemos ido y venido, se han creado sistemas de formación, escuelas y aún no tiene la Revolución, un aparato de formación de cuadros, cuadras y masas, que combata la conciencia burguesa de enriquecimiento fácil, individual y cómplice en las instituciones de gobierno, del consumo desmedido que lleva al consumismo que sostiene este sistema inhumano de valores invertidos. Un partido verdadero, pondría esto incluso como condición para el ingreso de trabajadoras y trabajadores a las instituciones. Solo así construiremos el nuevo Estado.
  4. También y más importante incluso, es que el Poder Popular deje de ser un elemento sin beligerancia política y pase a constituir un Consejo del Poder Popular (entre comunas y movimientos sociales), que oriente y supervise la política del nuevo Centro Nacional de Comercio Exterior e Importaciones, que se crea con una visión absolutamente revolucionaria de controlar la importación que desangra al país y la asignación de dólares preferenciales. Pero que, sin un contrapeso a la lógica del viejo Estado que se mimetiza, se conserva y se adapta, podría terminar siendo una perfecta copia de CADIVI. Por eso, es fundamental avanzar hacia el Nuevo Estado Popular, Proletario, Socialista y Comunal.
Se quedaron fríos los que querían el colapso total en octubre. Lo que hubo fue un Octubre Rojo. Se quedaron con los crespos hechos los que tenían sus agendas particulares, los que dudaban de Maduro.

Ya lo demostró. Maduro es hijo de Chávez y no solo es obrero sino que milita en el proyecto histórico de la clase trabajadora (el socialismo), llamamos al Pueblo organizado a: 1) Acompañar las acciones de control del comercio conspirador, de manera organizada, como lo vienen desarrollando experiencias como la Red de Defensoras/es de la Seguridad y Soberanía Alimentaria, entre otras; 2) Vigilar los movimientos de la derecha golpista para responder a tiempo ante cualquier arremetida; 3) Acompañar las ventas supervisadas para evitar que infiltren gente de derecha buscando pescar en río revuelto; 4) Combatir con conciencia la compulsividad en las compras, el afán de consumo irracional, o lo que es igual, atacar el síndrome del “compralotodo”; 5) Construir el nuevo aparato productivo socialista y comunal, desde abajo, con el apoyo del Estado pero con la visión de autoabastecernos como país. Solo así podremos superar la dependencia y consolidar una Revolución Libre y Soberana.

¡CONTRA LA GUERRA DEL CAPITAL, OFENSIVA POPULAR!

¡TODO EL PUEBLO A ASUMIR LA OFENSIVA CON DISCIPLINA FÉRREA Y VOLUNTAD ÚNICA!

¡NICOLÁS Y NOSOTR@S JUNT@S COMO CLASE, SOMOS CHÁVEZ!

¡El 8-D COBRAREMOS EN VOTOS A LA BURGUESÍA PARASITARIA ESPECULADORA!

¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!


Colectivo Social SURCO, Noviembre de 2013

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