- El 14 de abril de 2013, la victoria electoral de Nicolás Maduro y el pueblo bolivariano sobre las filas de la derecha, luego de la desaparición física del compañero Chávez. Inmediatamente el líder de la reacción, Henrique Capriles, pide “auditoria” y desconoce resultados.
- El 23 de enero de 2014 se promulga y entra en vigencia en Venezuela la Ley de Orgánica de Precios Justos, lo que llevó a sectores de la burguesía venezolana a reaccionar contra el instrumento, tal cual lo hicieron contra las leyes habilitantes impulsadas por el presidente Hugo Chávez y que degeneró en un Golpe de Estado en el 2002.
- Reacciona la Cámara de empresarios de Venezuela -Fedecámaras- y en voz de su presidente, Jorge Roig, se afirma que se está frente a una ley anticonstitucional que deja a un lado al sector privado. “Esta regulación actúa con mucha discrecionalidad en el manejo de la economía y acentuará la distorsión del mercado”. Por lo que el máximo organismo empresarial del país introducirá un recurso de nulidad de la Ley de Precios Justos.
- El 28 de enero de 2014, se celebra en la Habana, Cuba, la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, con la presencia de presidentes y representantes de 33 países, salvo EEUU y Canadá. La consolidación de este nuevo espacio, en el marco de una nueva arquitectura regional, demuestra que la Organización de Estados Americano (OEA) se encuentra en sus estertores, por ende esta especie de independencia política hace preocupar al imperialismo norteamericano por su pérdida influencia en la región. Es preciso recordar que la Celac fue lanzada en diciembre de 2011 en Caracas bajo la dirección del Comandante Chávez, bajo la visión premonitoria del ideal bolivariano de la unión de los pueblos.
- El 12 de febrero con nuevos voceros, la derecha venezolana toma las calles y al igual que en Ucrania hacen una doble exigencia: al pueblo que se levante y al gobierno legítimo que renuncie.
lunes, 17 de marzo de 2014
¿DE
QUÉ SE DISFRAZA LA PROTESTA EN VENEZUELA?
Claves
para comprender el caso venezolano.
A
un mes de las manifestaciones en contra del legítimo y democrático
gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, presidido por el
compañero Nicolás Maduro, el escenario prefigura un cuadro
internacional, nacional y local que explica las razones que tiene la
reacción para pretender derrocarlo.
La
posición geográfica que cuenta Venezuela, sus ingentes riquezas
naturales, el papel el la geopolítica mundial y el peso específico
que juega en el mundo energético, representan motivos suficientes
para generar en el imperialismo norteamericano acciones
desestabilizadoras que permitan recuperar el control político y
económico sobre el país. El imperialismo utiliza todas sus formas
para impulsar el injerencismo. Una de ellas, es el suministro de
millones de dólares a grupos aliados a sus intereses, arropados bajo
la figura de ONGs y partidos políticos en todo el mundo. Las
acciones desestabilizadoras impulsadas en los últimos cuatro años
contra Libia, Siria, Mali, Mauritania, Ucrania y Venezuela, así lo
confirma.
El
denominador común en todos estos conflictos es la injerencia
norteamericana en conjunto con la Unión Europea, Israel y países
lacayos independientemente del continente, que pretenden garantizarse
suministro de materias primas, posiciones geoestratégicas, rutas
comerciales que permitan el ahorro energético, subordinar el capital
a sus intereses y gobiernos capaces de plegarse a su dictado
imperialialista.
El
imperialismos
norteamericano,
el
francés,
Israel
y
otras
potencias
emergentes,
han
accionado
en
Libia
para
garantizar
fundamentalmente
petróleo.
En
Siria,
para
garantizar
petróleo
y
rutas
de
navegación,
aún
cuando
se
afirme
que
no
es
un
gran
productor
ni
un
gran
punto
de
tráfico
naval;
sin
embargo
su
alianza
con
Rusia
estorba.
En
Mali,
se
lucha
contra
el
“terrorismo”
y
el
Islam,
dejando
a
su
paso
el
genocidio
de
este
pueblo.
Mali
tiene
como
principal
riqueza
el
oro
y
el
algodón,
y
Níger,
que
es
su
vecino,
el
uranio
y
el
petróleo.
En
Mauritania
pretenden
garantizar
la
estabilidad
de
la
zona
del
Sahel
(cubre
desde
el
océano
Atlántico
al
Mar
Rojo
–Cuerno
de
África-
norte
de
Senegal,
el
sur
de
Mauritania,
Malí,
la
parte
sur
de
Argelia,
Níger,
Chad,
el
sur
de
Sudán
y
Eritrea)
de
lo
que
las
potencias
europeas
asumen
como
su
frontera
sur,
de
ahí
el
objetivo
de
hacerse
del
oro,
petróleo,
hierro,
mármol
y
los
frutos
del
mar.
Este
somero
boceto
nos
permite
señalar
que
el
caso
de
Ucrania
no
se
escapa
a
las
pretensiones
imperialistas.
Ucrania
es
rica
en
carbón,
ocupa
el
cuarto
lugar
el
metano
de
mina,
es
de
los
principales
países
productores
de
petróleo,
cuenta
con
uranio,
además
es
de
las
mayores
productoras
de
trigo
y
maíz
del
mundo.
Hay
que
agregar
que
de
todo
el
gas
que
importa
la
Unión
Europea,
30%
aproximadamente
proviene
de
Rusia
y
la
mitad
de
esa
cifra
pasa
por
Ucrania.
Este
país
europeo
ha
sido
recientemente
desestabilizado
por
fuerzas
internas
proclive
al
imperialismo
norteamericano,
la
Unión
Europea
y
el
Fondo
Monetario
Internacional.
La
negativa
del
gobierno
de
Víktor
Yanukóvich
de
firmar
acuerdos
de
anexión
a
la
UE
desató
la
reacción
de
las
fuerzas
pro
injerencistas
que,
con
el
lema
“Levántate
Ucrania”,
hacen
de
la
violencia
la
herramienta
para
salir
de
Yanukóvich,
derriban
estatuas
de
figuras
revolucionarias,
exigen
elecciones
anticipadas.
El
20
de
febrero
de
2014,
Yanukóvich
y
la
oposición
pactan
un
alto
al
conflicto;
sin
embargo
francotiradores
asesinan
con
precisión
a
nombre
de
la
“libertad”.
El
1
ero
de
marzo
se
da
un
forcejeo
en
la
ONU
entre
EEUU
y
la
Unión
Europea
contra
Rusia,
donde
los
primeros
acusan
a
Rusia
de
injerencia
y
esta
responde
demostrando
los
propósitos
desestabilizadores
en
Ucrania
por
parte
de
EEUU
y
la
UE.
Para
el
12
de
marzo
de
2014,
Barack
Obama
recibe
al
autonombrado
primer
ministro
Arseni
Yatseniuk,
así
como
su
vicepresidente
y
secretario
de
Estado,
ofreciendo
todo
su
apoyo
luego
del
Golpe
de
Estado
que
derrocara
a
Yanukóvich.
A
la
fecha
se
conoce
que
Yatseniuk
también
se
reunirá
Washington
con
la
directora
del
Fondo
Monetario
Internacional,
Cristina
Lagarde.
Queda
develado el plan para Ucrania que, al calco, Estados Unidos pretende
aplicar en Venezuela. Esta situación demuestra cómo con torpeza
inconmensurable replican la misma política, obviando que la historia
no se repite y respeta contextos, tiempos y sujetos. Algunas de las
causas de la situación nacional actual se recogen en los siguientes
hechos: