martes, 18 de diciembre de 2012

El Nuevo Mapa de la Revolución y “El Comandante de la Esperanza”


Colectivo Social SURCO

A partir del 7 de octubre se abrió una nueva etapa en el sendero de la Revolución Bolivariana, más de 8 millones de venezolanos y venezolanas le dieron una paliza a la derecha conspiradora y fascista que se vio envuelta en el marco electoral democrático formal, al que no le apostaba de hecho más que mediáticamente y varias veces se negó a reconocer, pues sabía lo que podía resultar, como de hecho pasó. Esos 8 millones no solo votaron por Chávez, sino a la vez por un programa socialista conocido como Plan de la Patria para el período de gobierno que va de 2013-2019, lo que califica ese triunfo como la legitimación de una apuesta a construir una sociedad más justa, igualitaria y solidaria, superando las relaciones capitalistas inhumanas y depredadoras.


Más recientemente, a pesar de la situación de salud del Presidente, a pesar de la angustia de la mayoría de los venezolanos y las venezolanas por el hombre a quien todo se le debe, el 16 de Diciembre, el Gobierno Bolivariano obtuvo una victoria aplastante, que consolida una tendencia política y cultural hegemónica del chavismo como bloque histórico. No pudieron las agallas opositoras que hasta barajeaban ya un candidato presidencial apenas a una semana del anuncio de la enfermedad del Presidente sobre la necesaria operación y tratamiento del cáncer. El mapa se vistió nuevamente de rojo con la victoria de varios de los candidatos del PSUV a las gobernaciones. Esto aporta algunas lecciones que debemos leer como revolucionarios y revolucionarias y prefigura algunos desafíos:


1)      La lealtad al Presidente Chávez, presupone no solo oración (en la forma que cada quien quiera, según sus creencias), sino también y sobre todo: acción. A pesar de la angustia y el dolor solidario, no nos quedamos y no podemos quedarnos solo lamentándonos en nuestra casa tras la pantalla de la televisión. El domingo 16 de diciembre, hubo una acción electoral que cacheteó las ambiciones de la derecha.

2)      Hay un nivel de aceptación generalizado en el pueblo de la representación política del chavismo, grandes campañas terroristas financiadas desde el Departamento de Estado Estadounidense e Israel, no han podido borrar la memoria colectiva del pueblo, ni el profundo amor y agradecimiento que sienten por el Comandante de la Esperanza. A pesar de algunas gestiones ineficientes y hasta traidoras, el pueblo votó por el chavismo. El pueblo ratificó la vía socialista, no solo en octubre sino en diciembre y lo volverá a lograr en enero.

3)      Existe una dirección política de la Revolución que debe ampliarse y consolidarse hasta constituir una dirección colectiva y unitaria que garantice la sostenibilidad del proceso revolucionario. Nuestro primer compañero y líder requiere descargar toda la responsabilidad en los hombros de un colectivo que con coherencia revolucionaria asuma y distribuya entre todos y todas, esa gran responsabilidad que sostuvo durante más de 14 años. La admiración no puede reducirse a la mera simpatía hacia el individuo, sin que eso represente la admiración y la simpatía hacia las ideas que él representa. Es necesario sembrar la idea de la Revolución como proyecto colectivo, de la lealtad a Chávez como lealtad a la causa que ha defendido y luchado toda su vida y por la que seguirá el resto de su vida. Por tanto, debemos explicar el proyecto que Chávez encarna y la responsabilidad que tienen cada uno y una en la concreción del sueño, que es la forma más coherente y honesta de ser leal: La Revolución Socialista y Bolivariana.

4)      Debemos asumir el gobierno, centrados en la necesidad inminente de la Revolución, en la Revolución como asunto fundamental, no como asunto circunstancial ni retórico. El único sentido de tomar los espacios de gobierno es consolidar el Poder Popular Revolucionario, es decir, sustituir las formas de Estado tradicional por un Estado Comunal, Obrero, Campesino y Popular. Que decida la política y la administración desde los Consejos Comunales y la Comuna hasta los Consejos de Trabajadores y la dirección socialista de la producción social. No basta con tener el gobierno, porque eso ya está claro que podemos hacerlo. Sin embargo, muchas gestiones fueron duramente cuestionadas y tuvieron que ser sustituidas en Anzoategui, Aragua, Trujillo y otros estados, otras candidaturas estuvieron en vilo hasta altas horas de la noche del domingo, precisamente, porque han tenido desviaciones importantes. En ese sentido, no basta con tener el gobierno. Hay que hacer la Revolución con el Gobierno. Hay que formar y organizar al pueblo, formándonos y organizándonos con el pueblo. Hay que darle poder sustancial al pueblo. Hay que transferir la economía al pueblo organizado y combatir la corrupción, los vínculos con la burguesía, dejar de hacer el Estado la palanca de ascenso económico de nuevas burguesías. Es decir, transformar al Estado Burgués. La Revolución no está hecha, debemos hacerla. Debemos mirarnos en otras experiencias como el PRI mexicano o el peronismo argentino, que a pesar de asegurar su hegemonía política no cumplieron o no han podido cumplir un papel revolucionario en la construcción de otras sociedad: la sociedad socialista. Esta vez, no hay excusas, o profundizamos la Revolución bajo el liderazgo y el ejemplo histórico de Chávez o retrogradamos y el Pueblo lo juzgará.

5)      Por último, el Presidente fue enfático, dejo orientación, incluso mencionó responsables concretos. Y eso, no solo toca al jefe de Gobierno, sino a nosotros y nosotras. Somos responsables del avance y la profundización de la Revolución Bolivariana. Si no, ningún sentido tendría llorar y lamentarnos, si no estamos a la altura de la confianza que el Comandante ha tenido en nosotros. A la vez, tanto él como distintos actores han hecho mención de algunas claves políticas para evitar todo tipo de entrampamiento que aprovechará el enemigo para truncar la revolución, el sueño del pueblo, que es el sueño de Chávez: Unidad, Lealtad con Chávez, Disciplina, Ni Pacto con la Burguesía, Ni Desenfreno Revolucionario. No vamos a hacerle el favor a quien quiera “pescar en río revuelto”, lo mismo que no permitiremos que la Revolución se detenga.

Otras tareas que nos permitirán avanzar, son:

-          La construcción o fortalecimiento del instrumento organizativo de la Revolución y de todas las organizaciones populares, de masas o comunales.

-          Consolidar un poderoso aparato para la formación de la conciencia revolucionaria, que es la única garantía de que la Revolución sea irreversible, pues buscarán atacarnos, confundir, manipular, como cosa rara.

-          Aplicación del Plan de la Patria 2013-2019, que es nuestra carta de navegación y el programa que representa el compañero Chávez elegido por mayoría y como mayoría debe aplicarlo.

-          Defensa de nuestros espacios de gobierno y conquista de más espacios para la revolución.

-          Transformación del Estado Burgués y Construcción del Poder Popular Revolucionario.

 

¡¡Unidad Popular Revolucionaria con Chávez!!

¡¡Chávez es Todo un Pueblo!!

¡¡Lealtad con Chávez es Darle Poder al Pueblo!!

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