domingo, 16 de marzo de 2014


¿Cómo matar a un estudiante revolucionario y hacerlo pasar por malandro?

Ángel Márquez
Militante del Colectivo Social SURCO
Miembro del Colectivo Comunicacional “Calipso TV”


Mucho se ha dicho desde la noche del 10 de Marzo de 2014, al conocerse la noticia del fallecimiento del estudiante de la UNEG, Angelo Vargas. Desde el mismo momento de conocerse la noticia, medios privados y voceros políticos corrieron rápidamente a afirmar que:La muerte de Angelo Vargas, dirigente estudiantil de la UNEG no tiene que ver con la protesta. Importante aclarar. Fue asesinado por hampa común,La noche de hoy también fue asesinado a manos del hampa el dirigente estudiantil de la UNEG Angelo Vargas. QEPD, mientras que el principal órgano de propaganda de la derecha en Guayana (Correo del Caroní) publicó, sin esperar ningún tipo de investigación: Tres personas fueron baleadas durante robo en Colinas de Unare. Allí falleció Ángelo Vargas, dirigente estudiantil de la UNEG.

Ante la cantidad de medias verdades, verdades y mentiras absolutas, y dada la necesidad de respetar la vida de nuestro compañero, más allá de su posición política, se hace necesario evaluar los hechos que realmente ocurrieron para desmontar las patrañas que desde la derecha se pretende construir sobre su muerte.

El fallecimiento del compañero Angelo Vargas, de 25 años de edad, se da en un momento coyuntural. El día lunes 10 de marzo participó en la reunión del Consejo Universitario de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, como presidente del centro de estudiantes de Ciencias Administrativas de la UNEG sede Puerto Ordaz, además que pertenecía al Movimiento Estudiantil Renovación Universitaria (MERU) y al Frente de Jóvenes Manuel Piar. En este Consejo Universitario denunció los atropellos de los grupos de oposición y de la APUNEG, quienes desde el 12 de Febrero mantienen paralizadas las clases por su capricho de sacar a un Gobierno elegido democráticamente por la mayoría del pueblo venezolano.

Posteriormente, Angelo habría asistido a otra reunión donde tuvo participación el personal obrero, administrativo y profesores en conjunto con el movimiento de izquierda que hace vida dentro de la universidad, para organizar el reinicio de las 2 semanas clases, las cuales se había acordado que para el martes 11/03/14 a tempranas horas de la mañana, donde se realizaría una Asamblea Intergremial con la cual se pudiese informar a todos los sectores de la comunidad universitaria sobre la situación de la UNEG.

Es entonces cuando al salir de esa segunda reunión, Angelo Vargas se dirige a su casa, y relatan los vecinos que el estudiante al llegar a su hogar y estacionar su vehículo -del que no se sabe el paradero y no se tiene descripción segura-, sale a comprar comida rápida a dos cuadras cerca de su vivienda. Ya en el sitio de comida rápida aparece un carro que se estaciona frente al local y disparan contra Angelo Vargas, siendo impactado por 3 balas, una en la cabeza, el pecho y abdomen. En ese atentado también se asesinó a José Gregorio Padilla (27 años). Recibió 4 tiros en el pecho. Otra joven de 25 años resultó herida. A ninguno de los fallecidos o la herida en la acción se les sustrajo ninguna pertenencia, desde el carro solo se disparó y luego se fueron.

Si bien las autoridades investigan aun los hechos, lo que sí es descartable es que su asesinato responda a un hecho de “Hampa Común” pues no fue despojado de sus pertenencias y, por las características de lo ocurrido, no cabe dudas de que estamos en presencia de un sicariato. Amigos y camaradas de Angelo Vargas relatan que desde el 19 de febrero él había sido amenazado de muerte, luego de que confrontara a los “guarimberos” que se encontraban frente al Hospital de Clínicas Caroní, que se encuentra a sólo 100mts de la UNEG de Villa Asía. Incluso aseguran que en la última semana recibía mensajes intimidatorios donde se le amenazaba de muerte por ser de “los chavistas de la UNEG”.

Otro elemento que es público y notorio entre los estudiantes de la UNEG, tiene que ver con las constantes amenazas que recibió Angelo Vargas del presidente de la Asociación de Profesores de la UNEG (APUNEG) Raúl Brito, luego que supuestamente vinculara a Vargas en los hechos violentos del 1ro de Julio de 2013, cuando los profesores universitarios pararon las clases y algunos estudiantes le quemaran el carro a Brito en el estacionamiento de la sede de Villa Asía, como forma de reclamar la imposición del paro de clases. Luego de esos hechos, Raúl Brito exigió que se le abriera un procedimiento administrativo a Angelo Vargas, medida que fue ejecutada por la mayoría del Consejo Universitario. Si bien no hay elementos que prueben la vinculación del presidente de Apuneg en el asesinato del Vargas, sí es pertinente que se investigue a este personaje que durante casi un año había venido hostigando y amenazando a este compañero.

Mientras tanto, el circo mediático local y los voceros de la derecha en Guayana intentan banalizar aún más la muerte de Ángelo Vargas, pues al caerse el argumento de que fue asesinado para robarlo, ahora utilizan la carta de ajuste de cuentas pendientes por bandas de delincuentes pues, ciertamente, el compañero tenía dos hermanos que fueron asesinados por estar vinculados a mafias de la droga en el barrio donde habitaban. Este argumento se ha venido fortaleciendo desde las redes sociales a través de periodistas delCorreo del Caroníquienes casi hacen una reseña de los hechos delictivos de sus hermanos. Esto es sólo en Guayana, mientras que la dirigencia opositora a nivel nacional ya se agarró el nombre de Ángelo Vargas como bandera política y los sumó alos estudiantes asesinados por la tiranía de Maduro(Sí, esos mismos que salen corriendo a pedir queno politicen las muertescon cara de Lupita Ferrer).

Ahora, ¿Cómo es que un joven que es presidente de un Centro de Estudiantes, jugador de futbol de 2da División y militante revolucionario con buenas notas en su carrera termina de la noche a la mañana siendo “un malandro que murió en un enfrentamiento”?

Genera suspicacia cómo los muertos de “la Sociedad Civil” tienen más relevancia e impacto que los chamos revolucionarios del barrio. Y este comentario sin ánimos de minimizar lo triste y doloroso que es quitarle la vida a un chamo o una chama que por muy desclasado y adorador del fascismo que sea, también tiene derecho a vivir en este país. Pero indigna y da demasiada arrechera ver como cuando al que mataron es negro, pobre y chavista, sale una caravana de hipócritas a etiquetar y sentenciar de una vez que es “una muerte por hampa común”.

Esos mismos que hoy andan guindando muñecos con camisas rojas en los semáforos porque “es sólo una expresión de descontento” y no porque nos tienen hambre desde hace rato y es así como nos quieren ver en el supuesto negado de que retomen el poder que hoy es de “los negros marginales chavistas”. Porque actúan bajo el FASCISMO, sus prácticas son FASCISTAS, aunque les duela admitirlo y luego te manden a buscar el concepto de “Fascismo” como si uno no le ha visto la cara en estos 15 años de Revolución Bolivariana.

Lamentablemente, a Ángelo Vargas no le dieron chance de que explicara su historia, de limpiar su nombre. Seguramente Ángelo no tendrá un mensaje de Chino y Nacho, de Marc Antoni o cualquier pelele que por cantar 4 vainas ya cree que todo lo que salga de su boca es verdad. Pero también es seguro que Ángelo no hubiese querido eso, porque a los revolucionarios no nos mueve la hipocresía burguesa. A Ángelo Vargas, como a Juancho en Caracas, como a Giselle Rubilar en Mérida, como a los motorizados que han fallecido en las barricadas, como a Hugo Chávez, los vamos a vengar sus compañeros y compañeras, pero con más vida y más Revolución Bolivariana. Ese será el castigo para los asesinos del pueblo, más alegría popular y más Revolución.


¡Ángelo Vargas vive en la victoria de la Revolución Bolivariana!
¡Honor y Gloria!

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