En las calles de Venezuela ya ha empezado a circular la propuesta del compañero Hugo Chávez ante lo que será una nueva gestión del Gobierno Bolivariano para el período 2013-2019, y es un deber revolucionario asumir esta propuesta desde el debate crítico y sincero en todos los espacios de la vida nacional. Por esta razón, reivindicamos el estudio de esta propuesta (que como lo ha advertido el propio presidente Chávez, es solo un primer papel de trabajo) para hacer numerosos aportes desde los diversos colectivos revolucionarios, militantes de base del PSUV, partidos aliados, y del pueblo en general, con el fin de nutrir esta propuesta y asumirla como nuestro programa de lucha para los próximos 6 años de Revolución Bolivariana, y como una hoja de ruta hacia la construcción de nuestro socialismo.
Trataremos aquí sólo uno de los cinco grandes objetivos históricos planteados por el compañero Chávez, quien nos propone seguir transitando el camino hacia un mundo multicéntrico y pluripolar, sin dominación imperial y con respeto irrestricto a la autodeterminación de los pueblos. Para ello, se nos plantea la necesidad de seguir sumando esfuerzos por desmontar el sistema neocolonial de dominación imperial, eliminando o reduciendo a niveles no vital el relacionamiento económico y tecnológico de nuestro país con los centros imperiales de dominación, entre otros propósitos.
Ante esta propuesta, es necesario detenernos en los avances que nuestro país ha obtenido en las relaciones con otros países del mundo durante estos 13 años de Gobierno Bolivariano, donde observamos que hemos hecho énfasis en los procesos de unidad e integración Latinoamericana y Caribeña, siendo vanguardia en la creación de nuevos bloques económicos y políticos como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
No cabe dudas que ha sido Venezuela bajo el liderazgo de Hugo Chávez quien ha promovido estas iniciativas de integración bajo el principio bolivariano de que “La Patria es América”, por lo que se ha planteado como un objetivo nacional el continuar desempeñando un papel protagónico en la construcción de la unión latinoamericana y caribeña, fortaleciendo la ALBA como el espacio vital del relacionamiento político de la Revolución Bolivariana. Asimismo, se nos plantea para este nuevo período presidencial, impulsar el rol de vanguardia de la ALBA en el proceso de cambios que hoy se vive en los países latinoamericanos y caribeños, dinamizando los nuevos espacios como la UNASUR y la CELAC.
Igualmente se hace necesaria la construcción de la Zona Económica del ALBA, mediante un andamiaje económico que permita fortalecer el papel del Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE) y del Banco del Alba en la estrategia de complementariedad económica, financiera, productiva y comercial de la región. Otro reto que se le plantea a la Revolución Bolivariana para los próximos seis años tiene que ver con la profundización de la alianza entre Venezuela y los países del Caribe, mediante el mecanismo PETROCARIBE, como esquema de cooperación energética y social solidaria que nos permitirá consolidar una unión caribeña independiente y soberana para el desarrollo integral de sus pueblos.
También es importante destacar el papel que adquirirá Venezuela como miembro pleno del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), situación que no había sido profundizada en la propuesta del Candidato de la Patria debido a la incorporación de nuestro país semanas después de divulgarse la propuesta. Mucho se ha especulado en medios de comunicación de la derecha en torno a las fortalezas y debilidades de nuestra economía y de cómo tendríamos que competir con países cuyo sistema económico se sustenta en el libre mercado. Por esto, el reto que se nos plantea como pueblo es el de ser una potencia económica, industrial y productiva sin tener que reproducir los modelos capitalistas y neoliberales, y mucho menos dándole un carácter “humanista” al Capitalismo.
He allí nuestro principal reto colectivo, pues no depende sólo de nuestro compañero Hugo Chávez la concreción de estos objetivos, sino de todas las venezolanas y venezolanos el potenciar estas nuevas relaciones con los países del mundo en base a los principios del respeto de la soberanía de los pueblos, e impulsando la diplomacia de los pueblos y la participación protagónica de los movimientos populares organizados en la construcción de un mundo pluripolar y en equilibrio. Aunado a esto, nuestro candidato Chávez nos llama a promover la participación de las redes globales de movimientos sociales en los grandes Foros y Cumbres internacionales. Es decir, que la diplomacia debe trascender el relacionamiento entre los jefes de Estado y presidentes del mundo, para que nuestros pueblos puedan hacer real el ejercicio de cooperación y construcción del internacionalismo proletario, eje fundamental para un mundo más justo.