miércoles, 27 de junio de 2012

Ampliar la organización popular

Por Randi

En estos momentos nos encontramos parados en una gran encrucijada. Mirando el horizonte podemos divisar dos caminos: el de la derecha, que de manera disfrazada nos conduce por las sendas de ese sistema económico, político y social que a nivel mundial se encuentra en crisis y que, mas allá de dar respuesta a las necesidades del ser humano, lo único que ha hecho es enterrarlo en la miseria, la explotación y la opresión, amenazando hasta con acabar la especie. Y el de la izquierda, que nos conduce a la construcción de una nueva sociedad donde lo primordial es la mayor suma de felicidad del ser humano y la preservación de la vida.
Transitar por este camino no es fácil, con los enemigos que nos acechan a cada instante. Es por ello que l@s revolucionari@s, con cada minuto que pasa, debemos esforzarnos aun más en la inmensa tarea de profundización, tanto teórica como práctica, del proceso revolucionario que actualmente vivimos. Urge que los sectores revolucionarios del país y Latinoamérica nos organicemos y aprovechemos todos los espacios de debate y de luchas al calor del pueblo, con el fin de ir preparándonos para la gran batalla que se nos avecina  en contra del imperialismo salvaje y voraz, en momentos cuando nuestra región se le hace apetecible por la gran cantidad de recursos naturales y energéticos que poseemos y que, lejos de ir a manos de una minoría burguesa, hoy día sirven para desarrollar políticas dirigidas a los sectores históricamente excluidos de la sociedad. Es fantasioso pensar que en la condición de organización popular en la que nos encontramos vamos a poder hacerle frente a este gran monstruo, que cuenta con quintas columnas disfrazadas con discursos  amigos del pueblo para que le abran las puertas de nuestra región y se le haga mucho más fácil devorarnos.

La tarea titánica de los colectivos y organizaciones de izquierda, por muy pequeñas o muy grandes que se crean, es trabajar en conjunto desde ya, a pasos gigantescos, en los distintos  sectores, sin que se quede nadie por fuera, para seguir desarrollando como un todo la organización popular, hasta llegar a la gigantesca y sólida organización que nos permita hacerle frente al monstruo y sus lacayos.

La primera gran prueba de fuego que tenemos por delante es la misión 7 de Octubre, en la que cada uno de nosotros  tenemos que esforzarnos al máximo por garantizar la victoria, en contra de la burguesía apátrida, del compañero Chávez, máximo líder del proceso latinoamericano y fiel defensor de los pobres del mundo. Esto permitirá que Venezuela siga siendo ese gran faro que ilumina a todos los pueblos oprimidos a desarrollar sus luchas contra el imperialismo y avanzar en conjunto a la construcción de una nueva sociedad libre de explotación y opresión.

Uno de los espacios de construcción que debemos aprovechar sin que ningún revolucionario se quede por fuera es el Gran Polo Patriótico. Más que verlo como un mecanismo electorero, tenemos que darle la profundidad de debate  que nos permita juntar las aristas en las que coincidimos y dejar las contradicciones secundarias a un lado, para construir entre todos un programa de lucha con sustento en la organización popular, que permita garantizar que todas las actividades revolucionarias planificadas se ejecuten eficientemente.

Esto no se trata de un simple juego de ajedrez, sino del enfrentamiento de dos sistemas, de la hegemonía de uno sobre el otro. Es por ello que más pronto que nunca debemos darle muchísima importancia al trabajo con los sectores populares, ampliar la participación de éstos en vías de construir esa gran y numerosa organización con un alto contenido ideológico que ponga en práctica las teorías revolucionarias de manera eficiente, para alcanzar el tan anhelado sueño de la humanidad el cual no es mas otros que ser libres de la explotación y opresión.

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