Por Douglas Rangel
Este lunes 11 de junio, el camarada Presidente Hugo Chávez inscribió su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral para las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012. De esta forma, queda a un lado toda la maraña de especulaciones mediáticas que sobre este tema se venían generando desde hace ya un año, cuando el comandante Chávez anunció al país la presencia en su cuerpo de un cáncer en la zona pélvica.
Este lunes 11 de junio, el camarada Presidente Hugo Chávez inscribió su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral para las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012. De esta forma, queda a un lado toda la maraña de especulaciones mediáticas que sobre este tema se venían generando desde hace ya un año, cuando el comandante Chávez anunció al país la presencia en su cuerpo de un cáncer en la zona pélvica.
Este hecho puntual, que forma parte de las formalidades que exige el cronograma electoral establecido por el ente rector, trascendió de ser un simple evento de inscripción a convertirse en el inicio de una nueva etapa en el compromiso asumido por el líder de la Revolución Bolivariana para darle continuidad al proyecto socialista, así como el afianzamiento de la voluntad del pueblo -hecho marea roja en la calle- de seguir avanzando y profundizando los cambios que de este proyecto se derivan.
Hace 11 años, el pueblo venezolano, acostumbrado históricamente a no conocer un plan concreto de los gobiernos “democráticos” del puntofijismo, vio a la luz las primeras “Líneas generales del Plan de Desarrollo Económico y social de la nación 2001-2007”, documento que sintetizaba en buena medida el aporte de anteriores escritos históricos como el Programa de Gobierno Revolucionario (1992), Cómo salir del laberinto (1992), la Agenda Alternativa Bolivariana(1996) y La propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela (1998), todos estos elaborados durante un período de grave crisis que exigía el resurgimiento de una vanguardia revolucionaria que tomara las riendas del país. Este primer plan de desarrollo demostraba que el gobierno elegido democrática y mayoritariamente por el pueblo, tenía un horizonte claro y planificado.
Posteriormente, y como muestra de coherencia respecto al objetivo estratégico de la construcción del socialismo, nace el Primer Plan Socialista de la Nación: el Plan Nacional Simón Bolívar 2007-2013. Nunca como antes estaban trazados 7 ejes claves para el desarrollo económico y social del país. Desde entonces, estas líneas estratégicas han servido tanto para evaluar el avance de la revolución en diversos ámbitos, como para profundizar el debate sobre cómo construir el socialismo en Venezuela.
En esta ocasión no fue diferente. El esperado Programa de Gobierno para la Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019 se hizo público para todo el país y llegó a manos de much@s de los asistentes a la concentración en las diversas plazas del centro de Caracas. Son cinco “Grandes Objetivos Históricos” que se encuentran en la escala más alta en la planificación, cada uno de los cuales posee sus objetivos nacionales y sus respectivos objetivos estratégicos y generales.
Para algun@s, superó las expectativas. Para otr@s, era de esperarse tal demostración de seriedad y compromiso con el pueblo. De lo que no cabe duda es que tenemos en nuestras manos un “programa de transición al socialismo y de radicalización de la democracia participativa y protagónica” -como lo afirma su introducción- que debemos estudiar y debatir minuciosamente, para empezar desde ya, como pueblo organizado, a ser protagonistas y sujet@s activ@s en la lucha para su exitosa puesta en marcha.
Hagamos pues, letra viva y utopía posible este programa, y al calor de la lucha cotidiana sumémonos al llamado que nos hace la patria de Bolívar y del cual se hace eco hoy el comandante Chávez en uno los párrafos de cierre:
“… queremos que sea objeto del más amplio y desprejuiciado debate, para que se le agregue, suprima y corrija, para que se le complemente y enriquezca, para que el II Plan Socialista de la Nación que habrá de regirnos durante el próximo período de gobierno bolivariano y socialista sea obra genuinamente colectiva, como corresponde en tiempos de revolución.”
