18/10/11.-Hoy se cumplen 46 años de la detención y desaparición del dirigente político del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y profesor, Alberto Lovera, quien fue interceptado el 18 de octubre de 1965 por una comisión de la Dirección General de Policía (Digepol) del gobierno adeco de Raúl Leoni (1964-1969), en la urbanización Las Acacias, en Caracas.
Después de su detención, fue trasladado de inmediato a la sede de la Digepol, en la urbanización Los Chaguaramos, donde fue torturado durante nueve días consecutivos, hasta que lo asesinan. Su esposa, María del Mar Lovera, lo buscó en los diferentes cuerpos policiales y en todos fue negado.
El 27 de octubre de 1965, un grupo de pescadores hallaron el cuerpo de Lovera flotando en la playa de Lecherías, estado Anzoátegui. Tenía una cadena amarrada a su cuerpo de la cual pendía un peso para mantenerle sumergido, sin embargo, el cadáver se vino en las redes de un pescador oriental.
Al parecer, los funcionarios de la Digepol después de asesinarlo le amarraron al cuello esta cadena y un pico de albañilería, lo lanzaron al mar para que se hundiera y no apareciera más nunca.
El cadáver de Alberto Lovera tenía totalmente destrozadas la cara y las manos, para evitar ser identificado a través de sus facciones, estudios dentales o a través de sus huellas digitales. Sin embargo, la medicatura forense después de analizar detalladamente los despojos, logró determinar que éstos pertenecían al dirigente político.
Quedó demostrado gracias a las investigaciones realizadas por los familiares de Lovera y el trabajo del aquel entonces diputado José Vicente Rangel, que su asesinato fue ejecutado por órdenes del director de la Digepol, J.J Patiño González.
Los adecos y copeyanos aseguraban que Lovera se había “ablandado” en su línea política y por ello había sido ejecutado por sus propios compañeros de línea “dura”, señalamiento convertido en información oficial por parte de Patiño González, quien para ello se valió de un ex militante del PCV, Helímenas Chirinos y de otro policía, Ramón Ovidio Ataide Olvera.
Más de cuatro décadas han transcurrido y hoy martes el proyecto de Ley Contra el Silencio y el Olvido que se llevará a segunda discusión en el seno de la Asamblea Nacional (AN), podrá hacer justicia de sobre las acciones de tortura ocurridas en la cuarta república, como la sufrida por Alberto Lovera. Además de reivindicar las luchas y esfuerzos de los venezolanos en la construcción de un nuevo país.
El presidente del Palacio Legislativo, Fernando Soto Rojas, resaltó el pasado lunes, que la discusión de la normativa se efectuará este martes por conmemorarse la desaparición de Alberto Lovera.
“Es una ley para sancionar los crímenes, desapariciones, torturas, y otras violaciones de los Derechos Humanos por razones políticas. Esa es una ley especial para un período histórico puntual”, resaltó.
Soto Rojas explicó que con la aprobación del instrumento legal se determinará que en ese período el Estado incurría en el terrorismo, por lo que cometía acciones delictuales.
AVN
