Como punto de partida cabría preguntarse sobre las causas de la violencia en las cárceles venezolanas. Habrá quienes las busquen en las propias cárceles, habrá quienes las busquen en la educación y/o la cultura de la “familia”.
Sin embargo, hay quienes estamos científicamente convencidas y convencidos que las causas están esencialmente en el sistema capitalista.Está más que probado que el orden burgués genera miseria, analfabetismo funcional y coloca como un fin el tener el consumismo y convierte en necesidad lo superfluo.
El orden burgués, como cualquier sistema basado en la división de clases, se caracteriza por la explotación entre personas. La explotación se convierte en un negocio o mejor dicho en el negocio. Y a fin de cuentas de eso se trata de lucrarse de cualquier negocio, lo que incluye lo que gira en torno a la privación de libertad.
En consecuencia, la cárcel en un sistema capitalista no podría ser de otra manera. No podría obedecer a una lógica diferente.
Al igual como decimos que para salvar el planeta, no debemos cambiar el clima sino cambiar el sistema, de igual forma decimos en relación con las cárceles. De lo que se trata es de cambiar el sistema por uno que no se sustente en la violencia, en la explotación, en el egoísmo, en el individualismo, en el afán de lucro, en el negocio por encima de los intereses colectivos.
Recordemos lo que nos enseño el viejo panita Marx: “la ideología dominante es la ideología de la clase dominante” y es dominante por que domina en las y los dominados. Entonces, si la sociedad forma negociantes, tendremos negociantes fuera y dentro de las cárceles, si la sociedad se basa en la ley del más fuerte ella prevalecerá aquí y allá, si la sociedad y su ideología dominante justifica la explotación entre las personas pues tendremos “pranes” adentro y afuera.
Entendiendo la importancia que tiene el tema de la violencia, dedicaremos nuestro próximo número a abordarlo en profundidad y desde una perspectiva revolucionaria.
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