De acuerdo con un memorando del Jefe de Defensa, el general Knud Bartels, la cantidad de detenidos por las tropas danesas durante las operaciones contrainsurgentes en Irak asciende a 500, número que difiere en mucho del dato oficial de 200 arrestados, manejado hasta ahora.
Esa cifra es muy superior a la anteriormente conocida, admitió el ministro de Defensa, Nick Haekkerup, al añadir que el documento de Bartels apuntaba hacia una falta de gestión del registro y control de los presos y violaciones en las normas relativas a traspasos de prisioneros.
Asimismo, en el reporte se reconoce la entrega de manera ilegal de civiles detenidos bajo custodia de Copenhague a las autoridades iraquíes.
En virtud de su reglamento, los daneses no estaban habilitados por ley a entregar cautivos a las fuerzas iraquíes, por lo que tal suceso devino grave violación, sobre todo tras la divulgación de informes de torturas a los presos por gendarmes de Bagdad.
Desde la semana pasada, el Gobierno local enfrenta denuncias de civiles iraquíes debido a la presunta implicación de sus tropas en una operación de detenciones al sur de Basora en 2004 que involucró abusos de diversos tipos contra decenas de ciudadanos del país asiático.
De acuerdo con dos de los detenidos, los efectivos nórdicos arrestaron a unas 36 personas para después entregarlas a la policía iraquí, la cual según dijeron, abusó y torturó a los prisioneros con golpes, colgaduras en ganchos y uso de descargas eléctricas.
Por el momento, unos cinco iraquíes se aprestan a demandar al Gobierno danés por su responsabilidad en los hechos.
“Esto demuestra una vez más de la A a la Z que hubo algo podrido en esa guerra, y no es una coincidencia que ahora vengamos a saber de ella”, indicó la portavoz del Partido Social Liberal Danés, Zenia Stampe.
Como miembro activo de la OTAN, Dinamarca apoyó con más de 500 efectivos la invasión liderada por Estados Unidos a Irak en 2003, en un conflicto que costó la vida a siete soldados daneses.