El geólogo William Martínez, el hidrólogo Carlos Lainez y el ambientalista Kamilo Lara, citados por el diario La Prensa, coincidieron en que los daños son irreversibles. Mientras, el secretario permanente de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en Nicaragua, Juan Bautista Arríen, reconoció estar impresionado por las afectaciones que le manifestaron pobladores de la zona.
Numerosas personas dieron cuenta de la huida de aves y camarones y de perjuicios a los humanos y al medio ambiente, dijo al rotativo y aseguró que informará de la situación a la Unesco por la destrucción de la reserva de biosfera en Nicaragua, cuyo corazón es el río.
El ambientalista Kamilo Lara advirtió que la carretera al subir el agua en algunos lugares debido a lluvias en las últimas horas ya fue partida como en la zona del delta, donde hay obras de emergencia.
Lara señaló la existencia de cortes de 60 y 90 grados sobre bancos de materiales que producen gran riesgo en la zona, en tanto el doctor en geología William Martínez indicó que las malas prácticas constructivas y taludes verticales provocarán la destrucción de la carretera.
Carlos Lainez recordó que Costa Rica hace tiempo desvío gran parte del caudal del San Juan sobre el ramal del Colorado, y luego impulsó una serie de acciones que aumentaron los sedimentos en el río nicaragüense, lo cual conlleva afectaciones a la vida acuática de la zona.
A criterio del hidrólogo la construcción de la vía disminuye la efectividad del dragado porque debido a la erosión aportará más sedimentos y esa situación empeorará durante las próximas lluvias.
Por su parte, especialistas del Centro de Investigaciones de Recursos Acuáticos de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua desarrollan un estudio que determinará la calidad de las aguas del río, así como de las cuencas hídricas de la zona sur y sureste del país, informó El Nuevo Diario.
Según Antonio Ruiz, director de una organización ambientalista, ello servirá para que el país disponga de la información necesaria sobre las condiciones de sus recursos hídricos, ante los efectos que tendría la construcción de la carretera costarricense paralela al San Juan.