viernes, 16 de diciembre de 2011
Mujeres brasileñas son incluidas en la industria de la construcción, gracias a la capacitación como albañiles que reciben en el proyecto "Manos en la mezcla".
Italia corre el riesgo de vivir una "explosión social" debido a las medidas de austeridad tomadas por el Gobierno, dijo el miércoles la líder de uno de los mayores sindicatos del país.
Susanna Camusso, líder de la federación sindical CGIL, dijo a Reuters que el Gobierno del primer ministro Mario Monti estaba "muy condicionado" por la necesidad de apoyo del partido de su predecesor, Silvio Berlusconi, y que su plan de austeridad salvaba a los ricos y exigía sacrificios excesivos a los italianos comunes.
"Vemos todos los riesgos de una explosión social", dijo Camusso en una entrevista, advirtiendo que la ira es originada por una reforma innecesaria al sistema de pensiones, ya que significaba medidas que disminuyen el ya escaso poder adquisitivo y empeoran el mercado laboral.
El izquierdista CGIL y los sindicatos más pequeños CISL y UIL, que son más centristas, han estado realizando una serie de huelgas esta semana para protestar contra el plan de 33.000 millones de euros (42.735 millones de dólares), que tiene como objetivo reforzar las finanzas públicas y combatir la crisis de deuda de Italia.
Camusso, la primera mujer que es líder del CGIL en 105 años de historia, reconoció que Monti había hecho algunas concesiones a las demandas sindicales mediante una reducción de los recortes a las pensiones bajas y aliviando un poco los impuestos sobre la viviendas, pero aseguró que eso no es suficiente.
"Sería absolutamente excesivo decir que estamos satisfechos, las soluciones no son suficientes", dijo Camusso, anunciando que el CGIL y sus sindicatos asociados convocarán a una manifestación nacional antes de Navidad.
Más de la mitad de los seis millones de miembros del CGIL están jubilados.
En una entrevista realizada en su oficina en el centro de Roma, la mujer de 56 años trató de encontrar un equilibrio entre la necesidad de realizar medidas drásticas para resolver la crisis de deuda y su convicción de que las medidas adoptadas eran injustas.
"Somos flexibles ante la emergencia, pero no estamos dispuestos a aceptar todo", dijo. "No se puede pisotear a la gente", agregó.
"CON CAUTELA"
Camusso sostuvo que, pese al clima de descontento, las huelgas deben ser utilizadas "con cierta cautela", dada la compleja situación económica de Italia, y pareció aceptar que el poder sindical se ve limitado en las actuales circunstancias.
Monti, un tecnócrata y ex Comisario Europeo, cuenta con el apoyo de los principales partidos de Italia a ambos lados del espectro político, por lo que los sindicatos, y en especial el CGIL, a menudo son vistos como la única oposición real que existe en Italia.
En una situación de recesión, elevar la edad de jubilación significa "cerrar la puerta a los jóvenes desempleados", dijo Camusso, quien añadió que Monti no había hecho nada por "los jóvenes y las mujeres que no pueden encontrar trabajo, y que cuando lo hacen es mal pagado".
Sólo el 57 por ciento de los italianos está trabajando, el segundo porcentaje más bajo de la zona euro después de la pequeña Malta, mientras que la tasa de empleo femenino, de tan sólo un 47 por ciento, está 12 puntos por debajo del promedio de la zona euro.
Camusso reconoce que el plan de austeridad seguramente será aprobado por el Parlamento dentro de unos días. Sin embargo, dijo que eran necesarias más protestas para canalizar la indignación pública y enviar un mensaje al Gobierno antes de las conversaciones sobre la reforma del mercado laboral.