martes, 13 de diciembre de 2011
EEUU retira su ejército “formal” de Irak, pero deja miles de mercenarios a sueldo ocupando el país
El presidente Barack Obama aseguró ayer que sólo la historia juzgará si la guerra en Irak fue una estupidez o una equivocación de su antecesor en el cargo, George W. Bush, y se limitó a festejar el fin de un conflicto de más de 8 años que ha dejado a una nación que, si bien se libró de una dictadura, sigue bajo la amenaza de una guerra civil.
Los festejos de Obama no se compadece con la tenebrosa cifra de personas muertas que dejó la invasión estadounidense. Más de 700 mil personas resultaron asesinadas durante la ocupación, que sin duda, no acaba el 31 de diciembre. Un ejército de mercenarios, denominados como “contratistas de seguridad” permanecerán en territorio iraquií con nóminas pagadas desde la Casa Blanca.
La guerra también ha tenido un costo económico terrible, alrededor de 800 mil millones de dólares se invirtieron en la invasión y ocupación de Irak. En 2002, siendo senador por Illinois, Obama lanzó una feroz crítica contra quienes apostaron en aquel entonces por la expansión del conflicto en Irak en el seno de la administración de Bush. “Es una estupidez que no toma en cuenta la pérdida de vidas y los costos”, aseguró en aquel entonces.
En este sentido, el premier iraquí consideró que la salida de las tropas estadounidenses de su país no marcará el fin, “sino el principio” de una relación de colaboración y confianza entre ambas naciones. A pesar del anuncio del repliegue, poco más de 6 mil efectivos, más de 15 mil empleados de la embajada y un ejército de contratistas (mercenarios), permanecerán en Irak para garantizar un proceso de “transición” que amenaza con descarrilar.
Al mismo tiempo, Obama confirmó que ya ha propuesto al Congreso la venta de 18 aviones caza F-16 a Irak, además de los 18 que ya había acordado vender a principios de este año.