“Si (decisiones a puertas cerradas) van a llevar a esos países en la dirección de comprar más petróleo iraní y a hacer mayor uso de sus bancos, entonces se hacen más vulnerables a las sanciones de Estados Unidos”, señaló la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Al ser consultada por la prensa acerca de que si los países que visitó Ahmadineyad se expusieron a potenciales sanciones por parte de Washington, Nuland dijo que las reuniones por sí mismas no son las expuestas a sanciones, sino ‘los compromisos con bancos iraníes y las compras de crudo’, destacó.
El líder de la Revolución Islámica concluyó el pasado jueves en Ecuador una gira por América Latina, que también lo llevó por Cuba, Venezuela y Nicaragua en la que obtuvo promesas de apoyo para afrontar las crecientes sanciones de occidente por el desarrollo de un programa nuclear con fines pacíficos.
Sin embargo, Nuland dijo que si bien es competencia de la soberanía de cada país decidir a que gobernantes reciben, los mandatarios anfitriones saben que Estados Unidos no considera que la visita de Ahmadineyad sea útil a la política mundial.
Reiteró que Washington vio la gira de Ahmadineyad como el intento de “desesperación” de un país que por sus “malas decisiones” se ha puesto cada vez más en dirección del aislamiento internacional.
Al responder si el acercamiento de Venezuela, Ecuador, Cuba y Nicaragua con Irán dañaría los lazos con Estados Unidos, la vocera del Departamento de Estado indicó que su país tiene con varios de ellos dificultades que van más allá.