sábado, 7 de enero de 2012

Afganistán denuncia continuidad de violaciones de DDHH en cárcel dirigida por EE.UU.


Un informe publicado este sábado por el Gobierno de Afganistán, reveló la continuidad de los maltratos y torturas infrigidos a los presos de la cárcel de Bragam, regentada por tropas estadounidenses y afganas. La víspera el presidente Hamid Karzai exigió a Estados Unidos ceder a las autoriodades de la nación islámica el pleno control de la prisión.

El informe reveló la persistencia de casos de torturas, privación de alimentos, e impedimento de liberación a pesar de haber cumplido la pena completa, dijo el presidente de la Comisión de Control de la Constitución, Gul Rahman Qazi, que fue a Bagram a petición de Karzai.
Asimismo, el presidente de la comisión citó a detenidos que se quejaron por haber sido desnudados para ser registrados.
Según el informe, hay "menos casos de maltrato" en la parte afgana de la cárcel que en la estadounidense.
En Bagram, hay al menos tres mil presos, la gran mayoría talibanes. La prisión militar se construyó poco después de que la invasión de fines de 2001, encabezada por Estados Unidos, expulsara al movimiento islamista Talibán del poder en Afganistán.
En 2005, luego de denuncias bien documentadas sobre muerte, tortura y desaparición de prisioneros, Washington intentó desprenderse de la base y entregarla a Kabul. Pero una serie de desinteligencias legales, burocráticas y administrativas obligaron a mantenerla bajo control militar estadounidense.
"La existencia de cárceles dirigidas por extranjeros en Afganistán está absolutamente prohibida por nuestra Constitución", aclaró Qazi.
Por su parte, Victoria Nuland, portavoz del departamento de Estado norteamericano, afirmó que "nos tomamos en serio cualquier acusación de maltrato a un preso", y aseguró que el gobierno de Barack Obama "trabaja desde hace tiempo con Afganistán para transferir los centros de detención de una forma y según un calendario apropiados".
Un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja difundido en 2009 lamentó el persistente maltrato de prisioneros en Bagram.
El documento menciona superpoblación, condiciones "duras", falta de claridad en la base legal de las detenciones, confinamiento de detenidos y tratamientos crueles en "violación de las Convenciones de Ginebra".
Algunos de los prisioneros han estado detenidos sin ser acusados ante los tribunales por más de cinco años. La Cruz Roja sostuvo que docenas estuvieron incomunicados por semanas e incluso meses, y que se los mantenía ocultos cuando se realizaban inspecciones.
Un informe de la ONU, difundido por la prensa internacional el pasado mes de septiembre, denunció que numerosos reos de las prisiones afganas son golpeados, sufren ataques sexuales y reciben descargas eléctricas, así como también la mayoría de éstos se encuentran en centros de retención secretos .

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